jueves, 10 de mayo de 2018

I Marcha Cicloturista Sport Bike Sierra del Segura

Desde que me lesioné la zona lumbar de nuevo a principios de 2017 ya no ha vuelto la bicicleta a ser lo mismo. He mejorado y en ocasiones he experimentado días bastante buenos pero una y otra vez he vuelto a recaer/recuperar creando un estado de subebajas vertiginosos de ánimo. Las sensaciones de pesadez y debilidad en las piernas es algo bastante molesto y limitante.
En fin, el caso es que en una de esas cimas de estado de ánimo me apunté a la I Sport Bikes Sierras del Segura contagiado también por el efecto de tantos y tantos compañeros globeros inscritos, más de cuarenta creo. No es esto todo, en otro de esos momentos álgidos también me apunté a la Indomable. A la larga,..... glubbbb, ya veremos.
El caso es que es complicado gestionar de forma combinada los asuntos deportivos puros como son estas supermarchas, con los deportivos de ocio como ir a Menorca al Camí de Cavalls (apuntado también para principios de Mayo) con los familiares que exigen un punto de forma física aceptable (Viaje a Italia) y debo cuidar mucho los 'movimientos' para intentar cubrir todas las parcelas con un mínimo de formas.
La semana de la Sport Bike me encontraba acatarrado, con la moral por los suelos, preocupado por si me rompía del todo en Elche de la Sierra y no pudiera estar para ir a Menorca, cansado, etc,... Vamos que estaba más pacá que pallá, más de no ir que de ir. El caso es que tampoco quería pensarlo mucho y dejaba pasar el tiempo en espera de que el Viernes pudiera decidir con elementos de juicio suficientes para hacer algo cabal.
Puessss.... el caso es que la tarde de antes me vi que estaba más o menos en condiciones y me embarqué con el furgón que había alquilado Juanma y cuya tripulación la completaban Alicia, Javi, Ayllón, José Domingo y yo mismo. A las 5 de la mañana del Sábado suena el despertador y pim pam pim pam a las 6:00 estábamos en marcha.
En la salida de Elche me coloco, no por intención sino porque entro por delante, en la primera línea de parrilla junto con un montón de globeros y a las 9:00 dan la salida. Casi 150 kms por delante de terreno muy duro y con una participación que no era excesivamente 'popular' sino tirando a 'pofesional' más bien.
Al principio un frío del carajo, la salida se inicia con un tramo de bajada en el que la bici se me movía de la tiritona que tenía. Pronto se inicia el terreno que pica para arriba y empieza el rosario de corredores que me van superando, uno tras otro sin visos de fin. Bueno, no pasa nada, yo intento quedarme en los grupos pero hasta que veo que no llevan 'mi velocidad' con lo que suelto y espero a que lleguen otros y así va sucediendo. El pulso va muy alto, demasiado alto para lo que llevamos de recorrido pero yo tengo unos inicios muy malos y mi motor no carbura nada bien en estos primeros momentos. ¡Estoy atufao perdido!
Me refugio un poco en Juan Jesús, el policia, que me va mandando mensajes de 'esto es muy largo', 'va a ser dificil llegar si no regulamos', etc,... y uno con otro vamos recortandonos un poco las ansias de intentar ir más rápido. No podemos, es lo que hay y sobre esa base tenemos que trabajar. Estamos intentando encontrar nuestro sitio.

La gente observo que por regla general llevan dos bidones de líquido, yo uno mmmmhhhh fallo!, aún así voy muy concienciado de intentar no deshidratarme. Estoy probando unas cápsulas de sales que me ha proporcionado el compañero Larrocha, llevo tres, una para la salida, una para la zona intermedia y otra de emergencia porsiaca (aunque se me cayó del bolsillo). De comida llevo barritas de 'Apntonia' de cereales y de frutas y un par de geles para los momentos críticos del final. Por supuesto en los avituallamientos he cogido plátano, datiles y líquido isotónico. Como conclusión final de este menú degustación debo decir que estoy contento porque acabé bastante entero a pesar de tener un primer tercio de día bastante chungo.
El caso es que con un bidón debo obligatoriamente parar en cada uno de los avituallamientos. En el primero y tras una posterior y adicional parada obligatoria de evacuación líquida me supera un grupo muy bueno donde están Bady, Irene, José María 'Profe' y Mari Carmen, globeros como yo. Me gusta. Pero cualquiera los pilla, no puedo alcanzarles. El que ronda por allí es Jesús y con él hago tandem.
Bueno, pues yo que creía que Jesús se iba a estar quieto y no, fue llegar el Puente Colgante del Embalse de la Fuensanta y se largó como un rayo el cabrón, es cierto que a lo mejor yo estaba en ese momento más atufao que nunca y que se me hacía muy muy lejos la meta pero el policía se fue y la luz de 'la' Mari Carmen cada vez la veía más lejos,.... Uff, mi moral se estaba hundiendo, en esto que llega Paco Manzanera.... Buff, vaya mal humor que traía, me decía algo sobre el espiritú globero que dicho así, y a mí, me sonaba rarísimo. -Paco, nadie duda de que tú hubieras estado muy arriba pero muy fuerte tenía que ser el globero que te hubiera podido acercar de nuevo a 'tu grupo'. El caso es que yo estaba en ese momento sufriendo de lo lindo, negros nubarrones se cernían a mi alrededor. Y la carretera, deliciosa de asfalto todo el tiempo es verdad, no dejaba de apuntar hacía el cielo...
Cuando llego al siguiente avituallamiento ¡por fin!, el segundo, consigo llegar antes de que saliera la grupeta de Mari Carmen ¡bien! y por tanto me incorporo a ellos. Lo mejor que me pudo pasar porque nos encontramos un grupito de globeros majo: Irene, Mari Carmen, Bady, José María el Profe y yo más algún asociado externo. El que sí pagó los excesos fue Jesús que ya no era ni la sombra de lo que había sido en el Embalse de la Fuensanta y se diluyó un poco. Al final llegaría a meta por supuesto como era su principal objetivo.

A estas alturas de marcha los paisajes cada vez eran más impresionantes. La bajada a Ayna es-pec-ta-cu-lar. Bady y yo hacemos una exhibición de cómo se baja a 'todahostia' con nuestras Canyon con los frenos de disco, nos marcamos unos adelantamientos entre nosotros que parecíamos de MotoGP (pero sin pelearnos como Rossi y Márquez). Al llegar abajo nos falta Irene que es menos atrevida en las bajadas y se ha quedado un poco rezagada.
Ayna y su entorno es precioso, esa es la verdad, y la subida que tiene hacía el Norte con sus revueltas también deliciosa. Allí me junto con Mari Carmen que sigue subiendo con muy buen ritmo y con José María que también. Aprovecho para hacer unas fotos en esa carretera tan pintoresca. Voy cada vez más a gusto a medida que transcurre el día, he alcanzado un estado cicloturismo que me agrada, ya no voy atufao como iba al principio y lo único controlar bebida y alimentación para que la cosa siga así. Transcurrimos por carreteras muy solitarias en esta zona y que son ideales para la práctica del ciclismo.
Hay un momento que nuestro sentido de la marcha pasa a ser Este y durante unos pocos kilómetros el viento nos castiga un poco, así hasta llegar a la bajada a Lietor. Qué maravilla, me encanta, qué asfalto tan bueno y con esas curvas que te permiten trazar como con un compas las curvas, buassss!!! Me separo de mis compañeros de viaje para lanzarme y disfrutar a tope de la bajada,... qué gustazo Dios!!! Así hasta que llego a Lietor y en el famoso cruce me hago un recto pero me doy cuenta que es a la derecha, dando la vuelta de inmediato y acabando la bajada hasta el río ya con peores condiciones de asfalto porque en algunas curvas había chinarrillo.

Total, que llego al río y empiezo a subir despacio y mirar atrás para ver si vienen Mari Carmen y el Profe y nada, que no venían, sigo subiendo con un par de chavales y así hasta que completo los cuatro o cinco kms y cuando corono me paro y espero. Al cabo de unos minutos llega.... Bady!!! Y luego un grupito de 'externos' y luego Irene, y otros más,..... ¿Y MCarmen y Profe? Nada, que siguen pasando hasta que llegan Ángel y Vicente y ya entonces me voy con ellos. Yo qué se que habrá pasado, han desaparecido oye....


Luego me enteré que en el cruce de Lietor se fueron a investigar lo que había yendo recto y así hasta que notaron algo raro y ya preguntando y eso se dieron la vuelta jajajaja Maldito despiste.






Bueno, el caso es que me asocio con Ángel y Vicente y afrontamos los falsos llanos que había con la vista puesta en un grupo numeroso que nos precedía y donde iban Bady e Irene entre otros muchos. La zona era pestosa de cojones y se pegaba sobremanera, Ángel tiraba bien y luego me puse a tirar yo pero al cabo de un rato me di cuenta que iba solo, no obstante poco después nos juntamos de nuevo y con velocidad llegamos a meta.

147 Kms en un tiempo de 5:39 oficiales a una velocidad media de 26,7 km/h. Yo estoy contento, más que nada por las sensaciones agradables desde mitad de jornada hasta el final.
Al llegar a Elche de la Sierra para la ducha hay que hacer otra excursión porque las duchas están en el campo de fútbol que está un poco lejos. La gente va en coche a ducharse jajajaja. Posteriormente hay que desplazarse a la zona de la salida de la marcha que es donde han organizado la comida. Nos dan un arroz muy rico con un par de cervezacas que sientan de muerte y sentados en una barandilla (bueno, mejor que de pie sí que es) departimos con los compañeros los pormenores y anécdotas del día. Luego nos acercamos a recibir el trofeo (un jamón) al club más numeroso y a echarnos unas fotos.
Los compañeros globeros han mostrando un nivel bárbaro con resultados muy buenos y al alcance solo de deportistas con clase y trabajo. Hay que darle la enhorabuena a todos y cada uno de ellos porque llevan el nombre del club a un nivel muy alto.






Pues nada, solo queda tomar un café y para casa volviendo en la furgoneta hasta Murcia con mis amigos y compañeros dando gracias a Dios por haber terminado una bonita jornada de ciclismo turístico-deportivo por una bellísima zona.
¡A por otra cosa!