Salgo tempranito, siendo ya Noviembre y estando en un pueblo pegado a la sierra las 7:30 es una hora temprana pero se me queda muy lejos Santiago y me da un poco de estrés, para combatirlo una de las cosas que se me ocurren es salir a pedalear ya!
Hace bastante frío, veo en el Garmin -5ºC, poca broma. Así que la subida a los Collados de la Sagra me ayudan a combatir un poco el frío, el día se presenta diferente al de ayer, no tenemos previsto (la bici y yo jeje) cruzar ningún tramo de tierra, todo será sobre el negro asfalto. En la Sagra hay nieve, aunque no mucha tampoco, durante el ascenso hay trozos de bajada muy severos que hace que se
vaya ganando y perdiendo altura alternativamente, no obstante llegaremos al techo del
viaje en este trozo de tierra de España. En las bajadas muuuuucho 'pelete'.
Yo creo que entre el frío intenso y las duras pendientes que hay me he hecho daño
en la rodilla izquierda, -la buena-, y me duele como el tendón justo
debajo de la rótula, ya veremos que pasa, muy pronto en el viaje para empezar con averías....
Después de llegar arriba existe la posibilidad de acercarse a las secuoyas
pero no pilla de paso, pilla a contramano, por lo que finalmente no lo hago, de todas maneras unos metros más adelante,
por mi ruta natural, veo algunos ejemplares muy bonitos y grandes de estos bellos árboles por lo que me alegro de no haber hecho desvío de ruta.
Me noto ciertamente estresado por sacar kms y en ocasiones renuncio a
ver cosas que me gustaría pero es que entonces no me cundirían los días y no llegaría nunca a destino, tengo que intentar equilibrar una cosa con la otra.
Ahora toca bajar del techo del Camino por zonas de umbría y el frío es muy severo, vamos, que estoy
congelado, hace buen día de sol pero está raso y en las zonas de sombra
la temperatura es gélida. Perdemos metros y ganamos frío..brrrrrr.
Ahora me muevo en dirección sur, en las cercanías de Huescar y con destino
Castríl. Paso por el Pantano de San Clemente que con el día de sol que
se ha puesto está precioso. Antes de llegar hay unas llanuras que 'se
dejan' hacer unas fotos espectaculares. Nice!
Paso por algunas pedanía pequeña, ahora recuerdo el nombre de una, Fátima, y
así voy hasta llegar a Castríl. Me he dado relativa prisa pero está bien
lo de llegar aquí a la hora del almuerzo. Lo negativo de la mañana es la
rodilla izquierda que protesta.
Hago unas fotos muy chulas de pueblo visto desde la carretera que viene de arriba
y paseo con gusto por la zona monumental, es un pueblo bonito y singular, la fama
la tiene bien ganada. Al solecico en una plaza muy hermosa me tomo un
bocadillo de lomo y una buena cerveza, almuerzo de albañil, que me lo he
ganado!
Seguimos la ruta y al salir en dirección oeste hay una presa muy
particular, distinta a otras muchas, es como si fuera más casera, de
color tierra. Desde la presa hay unas bonitas vistas del pueblo y también del
embalse. Luego la carretera está muy picada y hay obras.
Al
cabo de un poco un desvío, no se puede ir por la carretera natural, te
indican la marcha por una que apunta hacía arriba y que se incursa en lo más
duro de una cordillera ufff, la otra, la cortada parece más civilizada
pero no conozco el alcance del corte,.... me la juego y me voy por la
que está en obras. Y me salió bien porque aunque tenía sus buenas
cuestas y sus buenos baches no estaba cortada para una bicicleta como la
mía y su orografía aun siendo dura y exigente seguro que era mucho
mejor que la alternativa. Buena elección, la rodilla mala así lo dice.
Llegan ahora a mis sentidos unos paisajes increíbles, el Parque de la
Sierra de Cazorla está aquí y se muestra en todo su esplendor con un día
radiante y alegre, las zonas de acampada, picnic, arroyos y
manantiales, pinadas, etc,... se suceden sin parar, es un paraíso de
montaña. Yo me conformo con impregnarme lo más posible de esa belleza
porque debo seguir acumulando kms, quiero llegar por lo menos a Huesa y
no se muy bien lo que me espera por el camino. Las estribaciones de la
Bética son complicadas.
A continuación llego a Pozo Halcón, un pueblo ya con claro tinte andaluz, intento sellar en
una iglesia importante que me pilla al paso pero hay alguna celebración y
está lleno de gente muy arreglada entre los que yo no conjugo demasiado
bien por lo que sigo camino y al final no hay sello. El siguiente pueblo importante ya es Huesa pero hay peaje todavía por medio, la montaña se me mete en mi camino.
En un determinado momento tengo la opción de seguir una carretera
nacional, -la opción fácil entiendo-, o meterme por una que tiene pinta de montañosa y empieza con una
cuesta criminal. Me duele la rodilla pero hay algo que me empuja a la
opción insensata. -Allá voy!
La carretera tiene un asfalto nefasto, horroroso, menos mal que voy con MTB. El trazado va por toda la cresta de la montaña
haciendo sube y baja pero en el balance final apunta positivo, y así voy hasta que
llega un momento en el que se abre una panorámica majestuosa del valle hacía
el oeste. Buassss!!!
Estoy en uno de los momentos mágicos del viaje, carretera que serpentea
sin fin por toda la montaña ofreciendo unas vistas inigualables,
instantes felices y agradecido de haber sido empujado por 'algo' a esa
carretera. Ha merecido mucho la pena.
La carretera finalmente tras una fuerte bajada llega al nivel del río y Huesa está cerca, se intuye que
bordeará la carretera la montaña pero no, de pronto se ve que la
carretera la han echado por lo directo. Un cartel de 2 kms al 10% así lo
indica y hay que morder duro para subir. Después de esto hay otra nueva subida ya menor que nos conduce al pueblo de Huesa que está en alto.
Ya en el pueblo me acerco a la casa de David junto a la iglesia y charlo con su vecino Julián un buen rato, hago fotos, visito la iglesia y busco posada, como sólo hay una es dar con ella. Es temprano, podría intentar avanzar más pero me apetece quedarme aquí.
Ceno en el bar que hay abajo, en la barra, un buen bocadillo y unas cervezas. El inspector me decían los de por allí jajajaja
Después de prepararme bien me ofreció el del bar un 'Baylis',... -pues venga! Así que me fui caliente a la cama.
Mañana 'andaluceamos' más!