domingo, 5 de junio de 2022

Aitana Tour 2022



Toda historia tiene un comienzo y el de esta fue la correspondencia que tuve con Pedro Arenas por apuntarse en su momento conmigo, sin titubeos, a la Amstel Gold Race cuando se lo propuse. Unas semanas después cuando me dijo que se había apuntado a esta aventura, le eché un vistazo rápido y me inscribí. No me arrepiento en absoluto, ha sido una bonita experiencia.
 
La zona en la que se desarrolla, la Sierra de Aitana, es ideal para la práctica del ciclismo: carreteras buenas, poco tráfico, buen clima, puertos y subidas numerosas y paisajes de mucha belleza. No es de extrañar que muchos equipos ciclistas elijan este sitio para sus entrenamientos. Van der Poel es un habitual de la zona por decir alguien que es muy conocido actualmente. 

Esta marcha tiene que servirnos de preparación para el plato fuerte de 2022, la Marmotte, que es de una exigencia mucho mayor pero 'esto' ha venido bien como piedra de toque para calibrar la evolución de nuestro estado de forma. Por mi parte no me quejo, ha sido positivo el día y me ha dejado muy buenas sensaciones.

En cuanto al viaje y toda la logística aparejada, mejor imposible. Pedro ha hecho que todo fuera fácil, buscando hotel, poniendo el coche, el portabicicletas y sobre todo, el buen humor en cualquier momento del día. Un crack de la intendencia. En nuestro coche venía además José Pardo, el 'juvenil', que con 67 años no está dispuesto de ninguna manera a abandonar este bonito mundo de la bicicleta y por lo que hace y los planes que tiene, le queda cuerda para rato.
 
Como la salida era temprano, a las 8:00, decidimos hacer noche allí y nos hospedamos en Alfaz del Pi, un pueblo a pocos kms de Callosa d'en Sarriá, en un hotel que estaba bastante majo y cómodo. Para cenar fuimos a la pizzería 'For U'. No logro entender muy bien el sentido del nombre pero así era. Hubiera tenido sentido For You, For Us, pero For U... De cualquier forma cenamos muy bien, buenas ensaladas y mejores pizzas. En mi caso además cayó una pinta goooorda. Qué rica!
 
-Venga, a la cama, que mañana se madruga,.. No eran las 5:30 y el 'ratón' de Pedro ya estaba moviéndose para allá y para acá en la habitación, cómo que no lo conozco ya. Al poco bajamos  al comedor para tomar un desayuno algo 'arrebatao' pero bueno, enseguida nos ponemos en marcha para ir con el coche hasta el punto de salida en Callosa.

Aquí es cuando vienen los nervios primero con la cartera de Pedro ¡¡¡extraviada!!! Llamando al hotel, pensando dónde la ha podido dejar, buscando por bolsas,... un 'marrón bueno' pero afortunadamente con final feliz porque de pronto -tachán apareció por una mochila. Buff, menos mal. Luego, el siguiente problema, allí con las bolsas de los compañeros que tenían que venir de Murcia y que se hace la hora y no vienen, y no vienen,...pfff, hasta que por fin, faltando diez minutos aparecieron. Con prisas les damos las bolsas del corredor y demás y llegamos justitos al chupinazo de salida para salir los últimos, bueno casi, porque ya sabéis quienes fueron los últimos últimos.

Salir desde el fondo de la parrilla tiene sus cosas, por un lado hay muchos que van despacio, demasiado despacio, por otro, como vas pasando grupos y grupos de ciclistas te crece el ánimo y eso es bueno. Pero el balance yo creo que es perdedor pues hasta que encuentras el sitio que te corresponde has perdido minutos importantes que será difícil recuperar y has gastado fuerzas que luego echaras en falta.

El Puerto de Cofrentes no tiene una definición clara, es una carretera de montaña con vistas muy majas que va ascendiendo con algún trozo cabrón pero otros de descanso e incluso de bajada. y que llegado un momento se encajona en una cañón muy chulo y finalmente llega arriba después de bastantes kms desde la salida.
 
En el intercambio de posiciones que se va produciendo llega un momento que un tío me empieza a dar conversación, era El Hombre del Pueblo. Empieza a decirme que hay que tener cuidado, que no se me agoten los ahorros, que queda mucho, que él lo conoce bien y que le siga que me irá bien, era como el duende de los cuentos infantiles jajaja. Y le hice caso, y fue totalmente cierto, iba encantado de tener un guía que me marcara el ritmo que había que llevar en todo momento. Lo del hombre del pueblo es porque iba saludando a todo el que se encontraba, conocía a cantidad de ciclistas y a muchos paisanos. Y era gracioso, le decía a algunos, -a pasearse aquí no se viene jajaja. El zamarro éste que además tenía una voz de trueno me llevó en carroza de lujo hasta Tudons y luego, porque se me perdió allí que si no me vuelvo con él hasta meta. Si no me equivoco es Gerardo Paños por el dorsal 596 que se ve en una foto que nos echamos juntos. Olé por él.
 
- ¿Y el tiempo? Perfecto, ni frío ni mucho calor, un poco de viento a ratos y caloret al final del recorrido pero en general estupendo. Los ciclistas íbamos todos con el maillot oficial de la marcha, bastante chulo y que se adaptaba muy bien al cuerpo. Esta situación hacía más fácil identificar a la gente por sus bici, -el de la Giant, el de la Wilier roja, el de la Cannondale, etc,... que por otra cosa.

He cometido una imprudencia y es la de salir con un solo bidón, normalmente no soy de beber mucho y aquí había varios puntos de avituallamiento pero estoy preocupado porque no contaba que el primer stint iba a ser tan largo, llevamos mucha subida y he agotado toda el agua del bidón hmmmm.. Y queda Tudons. Menos mal que este puerto me encantó porque entre otras cosas estaba sombreado. He subido Tudons sobrao con mi gregario favorito, siguiendo la rueda del 'home del poble' muy muy bien, me tomé a rajatabla lo que me dijo en su momento, -tú sube conmigo que yo conozco esto. Dicho y hecho machote!
 


En el Alto de Tudons paro, bebo bastante y cargo el bidón de agua. Como alguna cosucha, me llevo unos frutos secos, un plátano que luego tiré porque estaba muy maduro y tras un breve descanso toca seguir. La bajada está con el asfalto rizado y es de dar pedales porque si no, la bici da sensación de que se para. Por todas estas cosas, es un descenso que cansa un poco. Aquí he cambiado el grupo de Gerardo por mi otro grupo del día, el del chaval de la Willier granate. Cómo bajaba, menudas tumbadas metía, siempre el primero, llevaba dos compañeros que eran capaces de seguirle la rueda pero yo... no, no podía ir con ellos, al menos en  bajadas porque no tengo tanto 'valor' como para meterme así en las curvas. No soy el único, otro chico por allí está como yo o peor porque se ha quedado antes. No pasa nada, en los llanos y en el repecheo conseguimos enlazar con ellos y con ellos vamos bien.
 

Lo que viene a continuación es una zona pestosa y picada a más no poder, de continuos repechos duros y muy duros en ocasiones llegando a la conclusión de que estamos en una marcha de puertos 'fáciles' y entrepuertos 'jodidos'. En el grupo sigue el destacado de la clase que es el chaval de la Willier roja, que se presenta voluntario para romper todos los vientos de la mañana, ¡chapeau por él!

A mitad de recorrido y después de pasar por varios pueblos en cierta manera parecidos: Benifallim, Benilloba, Gorga, Balones, Benimassot llegamos a Fageca donde nos encontramos con la marcha ¡parada! Uff, vamos a ver que pasa, que el mundo de las marchas cicloturistas es uno convulso en estos tiempos. Allí repuse líquidos con tranquilidad, me tome una nueva cápsula de sales para prevenir calambres y la verdad me vino bien esa pausa reparadora.
A continuación bajada muy rápida por zona arbolada y de curveo en principio en la que había muchísimo tráfico de ciclistas por la retención previa y había que ir un poco retenido por el ritmo de los que te precedian y luego ya por carretera más directa y por tanto más rápida en la que la velocidad de crucero se situaba por encima de los 40 km/h en todo momento. Ya estamos cerca de los 100 kms de recorrido y queda el famoso Coll de Rates y... llegar a 'casa'.
 
Una reflexión aquí pensando ahora en la cantidad de curvas que había en el recorrido, curvas de radio constante, muchas de ellas de 180º, con asfalto excelente que dan agarre y proporcionan mucha confianza. En ocasiones pensaba en la famosa frase 'yo enseñé a bajar a Pinot' jajaja porque es increíble la velocidad a la que bajan algunos y a los que, indudablemente, yo no puedo seguir. De todas formas, las lecciones que tomas aquí de MotoGp son de calidad y de provecho.

Pensaba en Coll de Rates como puerto corto pero duro pero no, no resultó ser muy duro. Yo iba muy enchufado, con empuje, empecé con cautela pero luego me fui calentando y dando gas, llegando arriba con sensaciones muy buenas. Las características del puerto me van, con porcentajes suaves que no me ahogan en el pedaleo. Resultó una gozada ver como iba contabilizando damnificados a mi paso, vamos que me hinché de adelantar a gente que es lo que mola jajaja
 
Hago parada en el avituallamiento que está allí y aparte del repostaje de líquidos que vengo haciendo en cada puesto se me van los ojos a los donuts mmmm y me enchufo dos. Buff, me sentaron como Diosss la verdad. Sólo quedaba la 'cuesta de la muerte' como decía un lugareño, un collado que hay que sobrepasar y que tiene una subida de un km apróx. y lo hago con fuerza y con ganas. ¡La fuerza del donut! Después queda un descenso ratonero y la última subida al pueblo de menos de un km que la hago a plato grande, -con dos cojones-, y llegada a meta como un obús y más contento que una pita.

La sensación que he tenido durante todo el recorrido ha sido la de disponer de un poco más de gas en todo momento y no ponerlo en juego por precaución pero probablemente eso ha sido a su vez lo que me ha permitido durante todo el tiempo disponer de ese nivel de potencia óptimo, sin llegar nunca a la zona roja. Puesto 124 de la general aunque los tiempos globales oficiales están adulterados por razón de la parada del grupo a mitad de recorrido pero lo que sí es real es que he adelantado a más de 600 ciclistas, no está mal.

 En la línea de meta al recibir la medalla de pronto el speaker empieza a reclamar a Cardona, -hostias, que soy yo, y levanto la mano en la distancia, -que me buscan, igual me ha tocado algo porque otra cosa no va a ser. Y no, luego era el aviso para Joan Cardona, el campeón olímpico de vela, un menorquín como yo. Aprovechando la ocasión abordo al chaval y me hago una foto con él y le explico que yo también soy menorquín y Cardona y tal y tal. Al poco Haimar Zubeldia que aparece y le asalto igualmente. Le cuento que tengo un hijo que se llama Aimar y que probablemente es el único de Murcia. Y echamos unas risas porque allí por el norte es más normal pero por aquí la verdad que no.

Estoy esperando por allí que llegue el resto de la expedición que hemos formado pero hace un calor de cojones y me voy al bar a tomarme un par de cervezas que me sientan igual no, mejor que los donuts del Coll de Rates, que ya es decir. Esto si que es un recoverý en condiciones.

Poco a poco van llegando: Javilón, Toño, Pardo, José Ángel y 'mi Pedro', que se ha marcado una buena marcha aunque ha sentido el hierro en el último puerto con los calambres que le atacaron. Lo que vale en definitiva es que todos hemos conseguido completar el recorrido, que para la gente de nuestras quintas y condiciones es el objetivo principal.
El año que viene como Aitana se ponga a tiro le disparo de nuevo jeje