sábado, 22 de junio de 2019

QH 2019. In Memoriam.





Mi padre. A él se lo debo todo, lo echo de menos. Con mi padre siempre iba tranquilo y confiado, me sentía arropado, era mi protector y mi escudo ante las inclemencias, era mi consejero ante muchas de las decisiones que se presentan en la vida, era mi gran fuente de cariño, aunque no lo demostrara abiertamente como muchos padres de su generación, pero yo lo sentía, no hacía falta que me lo dijera, era una fuerza que nos conectaba, parecida a la que presentan los imanes. Yo con mi padre disfrutaba, me gustaba estar con él. Lo respetaba. Ahora ya no está. Lo echo de menos.

Mi padre me enseñó muchas cosas, a ser perseverante en lo que de verdad quería, a ser determinado a partir de decidir ir a por algo, me invitó con su actitud a ser rebelde y a no adaptarme a los moldes establecidos, a ser libre e independiente, autónomo, mi padre también me enseño a ilusionarme con cosas y a que esa ilusión fuera el motor de mi ser. Tantas cosas me enseñó...

Durante la Quebrantahuesos, la fuerza de mi padre fue empujándome y propocionándome energía, yo lo sentía, y no poco. Fue una decisión complicada, hacía muy pocas horas que había ocurrido todo pero mi madre me dijo muy claramente -vete, tu padre hubiese querido que fueses.y yo también, vete. Era mi ilusión desde hace tiempo, por la que había estado días, semanas y meses preparándome, mi madre me decía que tenía que ser consecuente con esa luz que me llamaba y que tanto ella como mi padre estarían contentos de que cumpliera ese sueño. 




En definitiva, a última hora del Jueves hice la 'maleta' y al día siguiente a las 6:30 de la mañana me embarque con mis compañeros en un furgón Ford rumbo a Sabiñánigo. Un sabor agridulce me embargaba en la expedición pero estaba con una concentración máxima en nuestro objetivo porque en esta ocasión, el objetivo lo compartía con mi padre en la distancia.

Al llegar a Sorripas de pronto me di cuenta que allí estaba todavía, el Restaurante Casbas, lugar de reunión de ciclolisteros 19 años atrás, ¡qué recuerdos! En Sorripas disponíamos de una casa grande con muchas habitaciones y con mucha comodidad, esa noche el descanso era importante porque llevaba unos días durmiendo bastante poco. El objetivo se cumplió pues me levanté bastante repuesto. A las 5:00 tocamos diana.





Tras un desayuno normal, sin excesos ni novedades, partimos hacía Sabiñánigo con las bicicletas. En un rato allí estábamos después de observar la cantidad ingente de coches que había con ciclistas dentro. Al llegar al punto de salida nos conducen hacía 'la escombrera', zona de color gris donde van los descastados, aquellos que ni son VIP ni socios ni amigos ni acreditan tiempos de colores, nada. A kms de distancia (exagerando un poco) de la línea de meta es normal que tras el chupinazo de las 7:15 allí no se moviera ni Cristo, pero pasaban los minutos y seguíamos igual, así hasta que de pronto a la pata coja recorremos unos cientos de metros y por fin, al filo de las 7:45 hacemos saltar nuestro chip al paso por el arco de salida.

Por las calles de Sabi el público nos anima sin cesar, llegamos a la plaza del quebrantahuesos y giramos a la izquierda, tenemos por delante grupos de 'mochileros', entiéndase cariñosa la expresión porque no tienen el nervio que esperábamos encontrar en dichas grupetas. Eso hace que avancemos buscando la nuestra pero ni siquiera al salir a carretera abierta damos con una que se nos ajuste bien,... ¡van lentos!

Durante el tramo de autovía que hay hasta llegar a Jaca vamos rápidos, eso no es novedad, lo que si es distinto es que aquí el motor es nuestro líder José de Sanjosé y que los coequipiers somos nosotros, los tres o cuatro globeros que aguantamos todavía y que, aunque a rueda, tampoco vamos tras un pelotón, no es lo mismo. Una tras otra vamos engullendo grupetas y dejándolas atrás. La media llegando a Jaca alcanza los 40 km/h pero como he dicho antes, conseguidas 'a pulmón'.



Un atisbo de preocupación me llega cuando empiezan las primeras estribaciones de los Pirineos en Castielo de Jaca por lo gastado hasta el momento y es entonces cuando le deseo suerte a Jose 'el cámara' puesto que reconozco que le perderé de vista pronto y definitivamente. Poco a poco me voy descolgando de mis compañeros pero con la certeza de saber que estoy haciendo lo correcto, tengo que mantener la consistencia y no saltar los registros por encima del umbral de peligro.

La carretera se va tornando cada vez más bella a medida que se va adentrando en la montaña y los ciclistas en estos tramos se van batiendo, unos hacía delante, otras hacía atrás, buscando su posición natural aunque como hay tanta distancia temporal en la salida, la normalización no se produce en algunos casos hasta llegar al Portalet incluso. Al salir de Villanúa hay unas rampas en recta donde se puede observar la cantidad de locos de la bici que se juntan aquí este día. Es impresionante la verdad.

Pasado Canfranc con su preciosa estación de ferrocarril llegan, camino de la estación de esquí, unas bellísimas estampas de montaña con las cumbres todavía nevadas y la carretera que se inclina hacía ellas con un reguero de ciclistas probando los desarrollos que les deben conducir con relativa comodidad hasta lo alto de Somport. La velocidad se reduce y me da tiempo a sacar alguna instantánea del lugar. La emoción me llega en este y en muchos otros puntos cuando me viene el recuerdo de mi padre y de inmediato me llega una nueva inyección de fuerzas a las piernas. Yasss!

Un ruido estridente y desagradable procedente de mi bicicleta rompe la paz del lugar, es el eje pedalier que está medio gripado, y que debería haber cambiado, pero que por las circunstancias no lo he hecho. Es algo vergonzoso el ruido que hace pero al menos soy capaz de quitarlo temporalmente haciendo una especie de contrapedal. De pronto a mi fanfarría se une un sonido de música maquinera de un veterano de la QH que porta un 'loro' sobre el manillar de su bici y nos transmite a todos una marcha increible al pedaleo. Ganas me dan de ir con él todo el recorrido porque anima un montón.

En fin, llegamos a la estación de esquí de Candanchú donde hay un avituallamiento y éste me lo salto, llevo agua, llevo comida y hay muchísima gente, paqué paqué paqué... queda algo más de un kilómetro para encumbrar y circulamos por una carretera estrecha por la zona de hoteles y apartamentos. Por fin, llegamos al alto de Somport con un ambiente estupendo de gente animando. Yo he visto anunciado un poco antes un punto Mavic de asistencia mecánica y estoy intentando localizarlo para ver si pueden al menos quitarme el ruido del pedalier. El caso es que no lo localizo, bueno, pues sigo. Antes de eso, me paro a ponerme el chaleco no vaya a ser que la liemos si quiero ponermelo en marcha.

Bajada larga, pronunciada en ocasiones y peligrosa, con tramos humedos y curvas cerradas, así que vemos accidentes feos durante ella y extremo las precauciones pues no quiero ni pensar en tener un percance tan lejos de mi plaza. Durante unos 20 kms la tendencia es la misma, bajadas y dar pedales con desarrollo altos a mucha velocidad. Aprovecho algunas de estas zonas para comer y beber y seguir ruedas de interés como por ejemplo unos tíos de Guipúzcoa que andaban bien. Durante los siguientes kms de llaneo, estos vascos, me vinieron de fábula para ir a buen ritmo y no perder el tono ni la intensidad.

Total, que estamos ya en Escot y empiezan las clases de baile con Marie Blanque, qué rica ella. Hago una parada para quitarme para siempre la capa de cebolla que tenía en forma de chaleco, me vino bien porque había hecho bastante frío hasta entonces. También manguitos, fuera, todo fuera. Y sin ninguna prisa me incorporo a la marcha para conquistar la Marie Blanque. Me retumban en la cabeza los consejos de los ciclolisteros de principios de siglo, cuidado con esta subida, mejor empezar como un viejo, se agarra como un chotis los últimos cuatro kms, no hay descanso hasta arriba, etc,... Y así, sin preocuparme por los que me pasaban y sin prisa por adelantar a los que iba alcanzando, subí los 4+4 kms con bastante control y consistencia, sin perder el feeling en las piernas. De hecho, me veo en el vídeo llegando arriba y me veo superbien (qué narcisista jajaja) no obstante, los cuatro kms antes de hacer cumbre son complicados de verdad aunque una cosa que me gustó mucho fue la información de los kms restantes de puerto y el desnivel medio del próximo kilómetro. Mentalmente me venía de perlas para prepararme al futuro inmediato y el no tan inmediato.



Como la chispa no se había perdido, tras una bajada rápida y potente llego al avituallamiento de la pradera esa increíble que hay, y paro a cargar y también a soltar líquidos, de comida nada porque llevo mucha cosa todavía en los bolsillos y hay que consumirlo. Las fotografías que hago en esta zona desmerecen el espectáculo que se presencia, es un placer y un disfrute tan grande surcar las carreteras por ese entorno tan exquisitamente verde con esas montañas a lo lejos nevadas y el cielo límpio y azúl. Son imágenes impactantes, de climax.

Pim pam, que hemos llegado a la carretera que de nuevo nos tiene que conducir en dirección Sur hacía nuestra España y aquí me encuentro con que la gente va mustia, ¿qué pasa? no anda nadie, viajo en un grupo de unos veinte ciclistas y van de excursión, sin garra ninguna. Hablo con uno que parece que tiene más fuerza, el triatleta que en su maillot pone que para él no existe la rendición y nos organizamos para pasar a la cabeza y tirar para saltar o arrastrar hacía un grupo que tenemos por delante algo más numeroso que el nuestro. Trabajando llegamos pero resulta que estos tampoco andan, puff, me da la sensación de estar perdiendo mucho tiempo. El caso es que otra vez nos ponemos a tirar en cabeza y se animan un par de andaluces que tampoco van mal.





Pronto llegamos a Laruns, población que bordeamos por unas carreteras vecinales, surcando probablemente el peor trozo de pavimento del recorrido pero sin ser horroroso tampoco ni mucho menos. Tras cruzar la población llegamos al famoso cruce de las tardes del Tour: Aubisque por un lado, Portalet por el otro, nada menos, nosotros tiramos para la derecha, al Portalet. Y empiezan timidamente las primeras cuestas y aparece el primer cartel informativo, de impacto, 26 kms de puerto uff, mejor no pensarlo.


De cualquier forma, la carretera es fresca, frondosa, verde y entre rocas, una delicia. En esta situación, el cuerpo duele menos porque el espiritu disfruta y compensa el sufrimiento. Me dan ganas de capturar esas imágenes y hago bastantes fotos. Subiendo de manera muy progresiva y suave llego tras el triatleta y los dos andaluces al avituallamiento. Aquí paro a repostar.

De pronto al ir a recoger comida veo a Javi, y a Edu!! Qué gusto me da verlos, mis compañeros de muchas guerras en muchos sitios y nos encontramos aquí de nuevo. Nos saludamos con cariño y emoción pues Edu me da sus condolencias y les digo que voy a coger algo de comida y que nos vemos, lo hago y cuando voy a por ellos no los encuentro. Entiendo que se han ido ya y salgo, al cabo de un poco los veo a lo lejos, bien, creo que los alcanzaré.

Los alcanzo pero yo estaba pletórico y tras hacernos una foto los tres juntos pongo mi marcha y me suelto de ellos. He ido pasando a gente a manta y no recuerdo haber sido sobrepasado ni por una docena de ciclistas en todo el Portalet. Esto me retroalimenta, el hecho de verme 'superior' a toda la pléyade de ciclistas que ascienden al coloso. La emoción me embarga de forma intermitente por los recuerdos de mi padre y me da fuerzas para seguir luchando contra el coloso Portalet, que se le vence más por cabeza que por piernas. Sigo pensando en que es formidable tener un punto por encima del 90% de la gente que te rodea porque en muchas ocasiones ha sido al revés e igual que esto último es deprimente lo contrario es... otra grupeta que dejo atrás! yupiiii!!!

Voy cazando y dejando atrás a gente cuando veo por delante a Juanma, mi compañero de club y amigo con el que compartía ruta al principio de Somport y al que pensaba que ya no lo vería más, pues qué bien, tras algunos cientos de metros recortándole poquito a poquito le doy finalmente caza y compartimos un rato, incluso echando alguna foto cerca de la cumbre pero como a menos de un kilómetro noto que no está, se habrá atufado imagino, yo sigo mi marcheta y llego arriba,... hasta me sobran fuerzas copón, qué fiera, me asusto yo mismo. Siento de nuevo que me emociono y que la QH la 'tenemos' hecha.





Espero un poco a ver si llega Juanma pero le he sacado más tiempo del que suponía, total, que pasa una buena grupeta y me marcho con ellos pensando en que mi compañero ya me pillará, baja superbien. Hace un tiempo esplendido, nada de frío en la bajada. Pues bajando a fondo de corto y disfrutando mucho del día vamos acompañando al rio Gállego hasta el Lago de Panticosa, zona en la que de nuevo me alcanza Juanma con el que compartiré recorrido y emociones ya hasta el final de la QH.

En la ascensión a la Hoz de Jaca -ojo, ojo,... que no sólo yo sino la mayoría de los integrantes de mi grupo notamos cierta electrificación en las piernas, supongo será algo normal después del esfuerzo tan prolongado del Portalet y el descenso posterior con su consecuente inactividad muscular, el caso es que con cuidadín, al final la cosa no pasó a mayores y sin prisa pero sin pausa (y sin fuerzas) llegamos a coronar al bonito lugar de la Hoz de Jaca donde la gente se vuelca con los participantes, olé.

A continuación bajada peligrosa donde observo que bajando Juanma y yo estamos por encima de la media y tenemos que ir pasando a gente por diestro y siniestro, en fin, que ya estamos en el repechón ese cabrón que hay tras la bajada que pica ufff, cómo pica y tras él, zumbando hacía Sabiñánigo, esta zona es en la que trabajo menos de todo el recorrido, aprovecho para darle al pico con varios del grupo y sobre todo con Juanma.

Tras el paso por el Restaurante Casbas donde hay un mogollón de gente con cencerros animando un disparate llega el puerto de categoría especial Cartirana, jajaja, cómo ibamos ya de 'cascaos', vaya patas llevábamos todos, cualquier repecho hacía sangre. Y por fin, por fin, Sabiñanigo.

Al acercarnos a meta dejamos que el gran grupo en el que viajábamos se adelantara para poder así cruzar el umbral de meta en paz, con serenidad, con emoción, con dedicación. Mi cabeza estuvo todo el día en él y su energía en mí. Me llevé los brazos al fondo de mi corazón y a continuación los alcé al cielo intentando tocarlo aunque fuera con la punta de los dedos. Tras la meta, Juanma y yo nos paramos. Le di un abrazo fuerte que no era sólo para él.

Gracias Papá


La QH 2019 había sido conquistada, después de la edición de 2000 y la especial de 2002, esta tercera representa un hito muy importante después de unos diez años en dique seco por una lesión de espalda. La oportunidad que me ha dado la vida no tiene precio.
¿El tiempo empleado en la marcha? Buenísimo, 7:21, oro en mi categoría y puesto 2700 de la general, para lo que corre hoy en día la gente, magnifico. El nivel medio de la gente ha subido una barbaridad en estos últimos años.
Esta edición formaba parte de un gran club como es Globeros de Élite con los que me encuentro motivado y arropado a partes iguales. El éxito del club ha sido total pues todos han podido completar el recorrido (salvo la excepción de Anika por una lesión que arrastraba) en tiempos magníficos dejando el pabellón del club y de Murcia en general muy muy alto. Estoy muy orgulloso de ellos y de formar parte de un colectivo tan competitivo y a la vez tan entrañable.

 

sábado, 27 de abril de 2019

Liège Bastogne Liège

De lo que se trata aquí, a estas alturas de la película, es de mantenerse con objetivos a la vista, del tipo que sean pero motivantes. De manera que después del Camino Largo de Santiago 2018 con más de 1500 Kms recorridos con alforjas desde casa y en vista del buen rendimiento que había tenido, me apetecía abordar algún reto importante e interesante. Nada mejor que una LBL. La Lieja Bastogne Lieja era una clásica que desde siempre me había atraído pero por circunstancias diversas había quedado siempre postergada. ¡Era el momento!

Me pongo en contacto con Jean Marie y me dice... que esa misma tarde está entrenando, ¡bien! ; se lo digo a mi grupo de amigos de ciclismo y Eduardo me dice -¡cuenta conmigo! (¡bien!) A partir de aquí me pongo a buscar vuelo, alojamiento, etc,... Todo muy bien de precio, el avión tirado, apenas 100 euros ida y vuelta y el apartamento también económico, queda por decidir cómo llevar la bici porque lo de alquilar lo descarto y por último hacer la inscripción. Todo clarito y baratito. ¡Bien, Bien, Bien!
Posteriormente un amigo de Eduardo también iba a venir, Lajarín también está interesado, otro más se lo va a pensar,... Pero al caso es que poco a poco van cayendo todos de manera que llega un día que me encuentro con un apartamento de cuatro para mí solo. Jean Marie no lo necesita porque vive cerca de Lieja. Así que, con esta nueva situación, lo que hago es intentar convencer a mi mujer para que venga y hacer un viaje de turismo con el inciso del ciclismo por medio. Al final la convenzo y organizamos un bonito viaje con la mejor posible de las compañías para mí, con mi mujercica y con mi hijo.
Un problema grave de salud de mi padre, ya muy mayor, a pocos días del viaje hace que me cuestione seriamente la cancelación de todo. Por suerte, el día antes de partir parece que ha mejorado un poco y decidimos viajar, había mucho dinero que se perdía y sobre todo muchas ilusiones que se perdían.



Al llegar a Bélgica, se cae el último, Jean Marie, que me dice que no está en forma y que no sale,.... Uhhhhhh, qué decepción!

No pasa nada, mi ilusión sigue intacta, lo único que me encuentro un poco 'solo' pero como dice mi mujercica, si voy con 7000 participantes y al fin y al cabo he recorrido hace no mucho 1500 kms en solitario, ¿qué mas da?

La previa a la marcha es un poco accidentada porque al recoger la bici, que me la han traído los de Bulletbike, está pinchada de la rueda trasera,.... vaya! Allí coincido con algunos de CicloRed, particularmente con Carlos porque con los demás no pude establecer contacto por estar concentrado en el tema del pinchazo. -Esta cubierta tiene un comido aquí de un frenazo. dice Carlos. Y es verdad, el último día que salí casi atropello un gato y para evitarlo tuve que frenar muy fuerte por lo que no me extraña. Como no tenía las cámaras de repuesto allí, un chico, Roger, me pasa una suya y al quitar la cubierta revisamos la llanta y -¡joder, si está rota! ¡presenta un agujero!  Madre mía, se está complicando esto, a ver si necesito un llanta nueva.... Corriendo vamos al punto de asistencia Mavic y se lo enseñamos a un chico que habla español :) y nos dice que no es nada, que es el fondo de llanta que se ha roto, lo repara y dice que está listo. (de mecánico iba a pasar muncha hambre...) Así que tras ese arreglo metemos cámara y montamos de nuevo con la vieja cubierta porque en Mavic no me quieren vender una cubierta nueva. Por la tarde pasé por el stand de Continental pero desgraciadamente tampoco tenían en anchura 28" mmmmhh, qué rabia. Bueno, pues nada, cruzo dedos y confio en que aguante todo bien.



Las previsiones del tiempo había estado mirándolas sin cesar durante dias (semanas diría) para ver si el Sábado de autos haría un tiempo aceptable pero ca!, al final se concentraron todos los malos pronósticos: lluvia incesante, viento fuerte en contra a la ida y lateral a la vuelta, frío,... casi nada!  Añado a estos meteoros el granizo que cayó un par de veces y por poco vemos nieve porque la temperatura se acercó en la zona de Bastogne a los 0ºC. Es duro salir con lluvia pero la preparación, la expedición y el gasto exigen el abordar la empresa sin ningún tipo de duda, si nos mojamos ya habrá tiempo de secarse y algo muy gordo tiene que pasar para que no complete la prueba.

La equipación es de invierno con pantalón largo, maillot largo y el chubasquero Endura, un pedazo de prenda imponente porque me permitió ir seco en la parte de arriba todo el tiempo. Llevé una mochila por si acaso cesaba la lluvia y necesitaba guardar el chubasquero que, aunque excelente, no es apenas plegable y en un bolsillo del maillot no cabe. Al final como la lluvia no paró en todo el día pues siempre fui con la misma indumentaria.

Salgo a las 6:00 en compañia de un español muy simpático de San Sebastián pero oriundo de Zamora, me pregunta por el tiempo que tengo pensado hacer,.... Jajajajaja, no, no lo he pensado pero a mi mujer le he dicho que espero estar sobre las seis, por lo tanto, la previsión es de 12 horas. De momento he salido en cabeza y me mantengo en ella durante muchos kms.

En la grupeta en la que me encuentro hay una inglesita que rueda muy fácil con una Orbea, de hecho hay más ingleses que españoles con Orbea me parece, hay un alemán que llama mucho la atención con sus casi 2 metros y que lleva una Rotwild vieja con pedales de plataforma. Va con botas de treking (!)  Como contrapunto también comparto ruta con un grupo de spagettis italianos que van como pinceles de guapos y con bicicletas de 12000 pavos (!)

El paisaje es bonito y sobre todo verde, cómo se nota que llueve aquí con mucha frecuencia, es una lástima que no haya salido un día más despejado porque las panorámicas son estupendas pero quedan algo deslucidas con la lluvia. Hasta ahora las subidas que hemos hecho han sido bastante 'civilizadas', ningún muro todavía aunque ya llevamos varios centenares de metros de desnivel. Lo que está haciendo más daño es el viento que sopla de frente y que hace que en ocasiones se formen abanicos dentro del pelotón. Es bonito verlos pero no tanto el sufrirlos, de todas maneras no hay grandes rectas por lo que los momentos críticos no son muy largos aunque a veces hay algunos cabrones que meten cuneta. Hay un rato que de pronto la grupeta de italianos que me van cortando el viento paran todos de golpe y me quedo rodando en solitario por los páramos, ¿es posible esto? Con 7000 tíos que somos! Aunque también es verdad que hay unos cuantos muchos que ya se han ido por la desviación de las versiones menores de esta LBL, y luego están los que han salido más tarde o van a menor velocidad,.. Vamos, que no me voy a quedar sólo ni el último como comprobaré posteriormente.

La lluvia cae incesantemente aunque por 'fortuna' no demasiado intensa, los kms se van sucediendo y pronto llega el primer avituallamiento situado en un bonito pueblo, Bomal, en el que nos encontramos con un surtido interesante de productos: plátano, naranja, sobrecitos de miel y limón, barritas de cereales, golosinas, gofres, pero en el que destaca por encima de todos las tortitas de miel marca Meli mmmm, qué riquísimas que estaban, de hecho cogí unas cuantas y estuve todo el día comiendo de lo mismo casi. Otra cosa que me llamó la atención fueron los urinarios portátiles para hombres con capacidad para cuatro p....ersonas. Como ya es sabido en estas latitudes, la parada es generalizada entre los participantes y el intervalo de descanso también, nada de salir corriendo con la comida en la boca. De todas maneras hace frío y tampoco se puede uno parar mucho porque te congelas. La temperatura está bajando por debajo de los 5ºC

Seguimos camino y al llegar a Hotton la carretera quiebra su sentido sur para tomar uno sureste y llegamos sin muchas dificultades en el Km.80 a La Roche-en-Ardenne, un pueblo que tiene un viejo castillo encima de una montañita rodeada por un río que es una pasada de bonito. Aquí al salir de la población se inicia la Côte de la Roche, una subida de unos 3 kms ya no despreciable. Aunque el grupo en el que viajo es muy interesante necesito parar un momento para evacuar líquidos y aprovecho para descansar unos minutos y subir a mi aire. Queda mucho por delante para ir con apreturas. Sigue lloviendo...

Estamos acercándonos a Bastogne que queda en alto y por tanto toca meter el plato pequeño un rato. En esta zona los motivos militares de las guerras están presentes por todos lados, estátuas, vehículos militares, museos, banderas, cementerios, y llama la atención que hay mucha presencia de banderas americanas. Aquí nos espera otro avituallamiento potente, queda mucho por delante y el tiempo no tiene visos de mejorar, de hecho lo que está pasando es que cada vez hace más frío y la temperatura se acerca a los 0ºC ¿Nevará todavía? Brrrrr


Salgo del avituallamiento y no consigo enganchar ningún grupo bueno, voy rodando por unos toboganes hasta alcanzar a un chico joven con el que nos vamos entendiendo bien, - ya nos iran cazando grupos buenos, pienso. El caso es que ahora ha cambiado el sentido de la marcha dirección norte y surcamos caminos agrícolas sin apenas tráfico de coches cuando de pronto,... pssssshhhhhhhh - Ahrrrg, qué dolor, he pinchado, no puede ser, esto es horrible!!

Madre mía, veo un puente al frente y avanzo hasta él para protegerme de la lluvia que en ese momento caía con fuerza. Sopla un viento del demonio. Empiezo a desmontar rueda y no atino, mis manos tiemblan de frío y no soy capaz de trabajar bien, saco cámara de repuesto y empiezo a montar,... una torpeza extrema, y no puedo, no tengo fuerzas para cerrar. Cojo los desmontables y lo intento pero no lo consigo, estoy nervioso. Tengo una botella de aire comprimido y la manipulo mal y se escapa el aire quemándome los dedos, lo que faltaba, qué desastre!!!!

Al final y después de muuuuucho tiempo perdido en el que he visto pasar a infinidad de grupos de ciclistas consigo montar todo y reemprender la marcha. A los pocos metros ¿cómo? Noto como la rueda va dando saltitos, Jooooderr, me paro, veo que pasa, intento arreglar la cubierta que parece no ha quedado bien, sigo,... Naaada, parecido, paro, desinflo, adapto la cubierta lo mejor que se, inflo, arranco, ¡mejor! Pero no del todo, aquello sigue dando unos saltitos,... bueno, iré con precaución, me da miedo que se destalone el neumático ¿Puede ser? No se, sigo pero estoy cansado por los nervios y nervioso por la rueda,.. mmmmh, estoy pasando unos momentos malos. He perdido cerca de una hora con la broma y han pasado 200.000 grupos de ciclistas que me iban de perlas. Intentaré encontrar un punto de asistencia para ver si me resuelven el problema, mientras tanto sigo. En las subidas y con tensión de cadena los saltitos no se notan apenas pero cuando la bici va suelta sí se nota.

Bueno, pues nada, voy cogiendo un poco de brío después de quedarme helado como un pajarito con toda la operación pinchazo y cada kilómetro que recorro tengo un poco menos de nerviosismo porque parece que la rueda no tiene peligro, debe ser que no ha talonado del todo bien. De pronto llega un giro brusco a la derecha y yassss, Stockeu tatariiii, vaya tela de muro, durísimo, pendientes sostenidas del 15% y más, una recta que no se acaba porque no se anda apenas, velocidad de caracolll, sin resuello se llega por fin al alto donde está una estatua de homenaje al gran Eddy Merckx que uno de los años que ganó atacó justo en esta dura subida. Enseguida giro brusco a la izquierda y bajada de nuevo pero por otra rampa al mismo punto de donde partía el muro. Hemos hecho un lazo mortal de necesidad, sin apenas ganancia de kms, sin ninguna ganancia de altitud pero con una pérdida importante de fuerzas. Este el saldo de Stockeu y su kilómetro al 14% de media.

La gasolina super la he gastado toda ya, me queda tirar hasta el final con diésel y ahorrando combustible para que lo que queda de depósito me llegue hasta Lieja, las fuerzas están ya bastante mermadas. Observo que además, hay mucha gente de mucho nivel y se permiten el lujo todavía de apretar de consideración en las subidas que constantemente nos encontramos. La cosa está en venir aquí muy rodado porque si no, eres pasto de los muros que se suceden cada vez con mayor frecuencia. El último tercio de la prueba es muy muy quebrado.

Sin mucho que pensar después de Stockeu llega Haute-Levée, casi cuatro kms con porcentajes suaves, con media de un 6% o así, no representa muchos problemas aunque las piernas ya van castigadas. Nada mejor que una buena tortita de miel Meli para afrontar la nueva subida jeje, qué ricas por Dios!

El ambiente sigue siendo excelente, las grupetas se van rompiendo en las ascensiones pero se recomponen en los altos cuando los más fuertes paran y esperan a sus compañeros que lleguen, es bonito ver esto, no existe la crueldad despiadada de dejar a tus compañeros de grupeta tirados por el recorrido, total, al final todos van a tener el mismo reconocimiento, una medalla y un diploma de haber completado el recorrido.

La lluvia persiste aunque se van abriendo de cuando en cuando los cielos un poco pero no hasta el punto de poder quitarme el chubasquero, llevo la mochila para ello y no llevo pinta de poder usarla. Haute-Levéees una subida que me va bien, no es excesivamente dura pero claro, esto no va a la carta y pronto llegan nuevas cotas.

El Col de Rosier es la siguiente, un trozo duro al principio que se pega con zonas de 12% y luego va soltando un poco y relajando los porcentajes, la distancia que tiene es de las más largas, unos 5 kms pero va por un bosque muy agradable y la subida se lleva mejor así. Los ciclistas que voy superando cada vez son menos, parece que el gasoil se me está agotando joer,... bueno, de lo que se trata es de llegar, el tiempo y las circunstancias no importan, estoy mostrándome con bastante dignidad porque ya llevamos más de 200 kms y a esto todavía le queda.

Estamos circulando cerca de donde está el famoso circuito de Spa Francorchamps, desde luego no llevo velocidad como para subir La Rouge como un F1 ni mucho menos jajajaja, me resulta atractivo pensar por donde voy rodando, ¡estoy haciendo la Lieja-Bastogne-Lieja! Estos pensamientos me suben la autoestima y me animan a bajar un piñoncito el desarrollo. :)

Siguiente cota, Maquisard, subida de casi 3 kms con medias llevables en torno al 6-8% y que ya voy haciendo con el aviso de la reserva encendido, buff, se me está haciendo bola ya, muchos kms en las patas y muchas horas encima de la bici. Nada, a comer tortitas a ver si me resucitan un poco que enseguida llega el coco.

Ya estamos, La Redoute, La Redoute, buff, qué ambientazo hay aquí, la carretera que ya sube hacía el cielo aunque de manera no muy severa todavía está repleta en ambos márgenes de autocaravanas donde un buen puñado de aficionados nos van animando a los ciclistas. Estoy entrando en la historia del ciclismo, en uno de los santuarios de los grandes monstruos del deporte de las dos ruedas, estoy disfrutando y no pienso en la subida (todavía). Aquí, en esta ascensión hay un cronometraje pero en el punto donde comenzaba me lo salté porque vi unos coches de Continental en un cruce y me acerqué por si tenían asistencia técnica para resolver el problema de la rueda que me estaba dando cierta preocupación. El caso es que no, que no eran mecánicos y no podían hacer nada. Bueno, qué se le va a hacer.... Seguimos como vamos.

Pronto, una vez reanudada la ascensión, de pronto se deja ver allí, el muro, digno de una película de terror, desafío de la naturaleza, demostración de la teoría de la gravedad, los porcentajes superiores al 20% mamma mia, cómo se sube eso?!!!! Impresionante, una dureza infinita, alguno se baja de la montura pero yo voy a intentar que no, buff, me pongo de pie y empiezo a contar, como siempre hago en situciones de agonía encima de la bici, -venga va, 25 pedaladas y esto está superado, 1, 2sss, 3sssss,... cada vez cuento más lento jajaja, bueno, pero aun al borde del colapso me mantengo dando pedales y al final el porcentaje se suaviza, ya no es un 22% es un 16% qué gusto jajaja  Menos mal que de pronto ves a los fotógrafos que van a enseñarle a todo el mundo la cara de perro muerto que se te ha quedado e intentas recomponer el rictus y eso te hace que llegues al punto de photomatón de manera más o menos digna. ¿Qué puedo decir? Que estoy emocionado, que otra de las ilusiones más grandes como ciclista estaba cumpliendo, escalar La Redoute en la LBL 2019, Impresionante!!

A estas alturas de la película ya quedan pocos kilómetros y la sensación de abrazar el objetivo se va incrementando, se van disipando los oscuros pensamientos del abandono por avería mecánica que tuve durante bastantes kms y se acrecienta la emoción por lo que representa la llegada a meta, más aun se intensifican estos pensamientos cuando encuentro en un avituallamiento al servicio técnico de Mavic yeahhhh, y cuando me doy cuenta que está el que habla español mucho más yeahhhh todavía.... Enseguida me dirijo a él y le comento lo que me pasa, de inmediato me atiende y empieza a manipular la rueda por un lado, por el otro, hasta que me dice que seguramente va bastante mejor pero que no puede asegurar que esté al 100%. -Graciasss, gracias mil Pues estaba muy equivocado el chico porque sí la dejo ¡perfecta!, qué gusto Diosssss!!! Poder circular con confianza y con comodidad. Bueno, esto marcha!

Queda por delante la importante cota de Roche aux Falcons donde un día después se fraguó la victoria del danes Jakob Fulgsang, la estrategia estaba clara, yo la tenía clara, luego hacen falta unas buenas piernas como las de este tío para hacer buena la teoría pero había un primer km duro duro donde reventar a Julen Alaphilippe y luego otra parte más tendida donde por desarrollo reventar por fuerza bruta a los que pretendian ganar al tío más fuerte del día. Esas dos partes me quedaron muy claras durante mi experiencia, cada uno, Flugsang y yo, funcionamos con nuestra propia escala pero de una a otra se puede extrapolar jeje. La primera parte, como ya he dicho, es muy dura de porcentajes y más larga que la rampa dura de La Redoute pero sombreada y luego llega la parte más suave y enn la que sabes que al llegar arriba, ya lo tienes todo todo hecho.

Yasssssss, toca bajar, a fondo pero con cuidado, el asfalto es muy fino y está resbaladizo por la lluvia. Una vez llegas al valle te queda cruzar Lieja y ya estás en meta. No te creas, por un momento, íbamos enfilados a una montaña y me temía lo peor pero no, nos topamos con la Estación de Ferrocarril de Guillemins, muy bonita y diseñada por el español Calatrava, y giramos en dirección a la urbe para realizar un recorrido por gran parte de avenidas y monumentos de la ciudad. Rodando en grupo con desarrollo alto y con cuidado del intenso tráfico que soportábamos fuimos cruzando por la margen norte del río toda Lieja para llegar por fin a la meta.

Ratatatatatatatata, otro sueño cumplido, la decana a la saca, esto es increible, indescriptible,.... y de pronto ¡me llama alguien! ¡Ana, y José! Qué alegría tan grande me dan, les digo que se vayan justo detrás de la meta, nada, a unos pocos metros, para que así ya esté listo, con la medalla al cuello y el trabajo terminado.



Ahora sí, me abrazo a ellos y entonces me viene la flojera, una emoción que me embarga y hace que me ponga flanero, vaya tela!, han sido tantas las horas pasadas bajo la lluvia, el viento y el frío y las penurias sufridas con el pinchazo y la rueda chunga que unidos al cansancio me da casi por llorar. Como le digo a mi mujer, desde la Quebrantahuesos del año 2000 no vienes a verme y es normal que me emocione al 'repetir' jajaja

Otros monumento al currículo que se junta a Milan Sanremo y a Tour de Flandes, queda pendiente Paris Roubaix y GIro de Lombardía para completarlos todos. Sin manías pero bueno, ahí queda el desafio.

Ha sido una experiencia maravillosa en el mejor escenario posible. No descarto el repetir, me ha quedado un regustillo rico rico,....¿será por las tortitas de Miel Meli? 






https://photos.app.goo.gl/v33Ak6HCaZJz7orZ9