lunes, 10 de octubre de 2016

Irongoat 2016

Nunca imaginé lo que era esto. Ahora ya lo sé y nunca se me olvidará.

Un tal Ángel Ruiz Sánchez, Arusa de nombre de guerra, fue el que enmarañó a Juanfran en la Irongoat 2016 y éste a su vez a mí. Las razones aducidas giraban en torno a que,... no era competitivo, que se puede ir al trantran, con calma, esto, aquello, patatín, patatán,.... - Acho, que visto así, parecía un paseo plácido por las montañas casi. Al final, mira por donde, el iniciador de la movida, el tío mecha, sufrió algo muy desagradable como es un despido de la empresa después de 27 años (se dice pronto,... cabrones) y no pudo asistir. Irónicamente hablando: -Hay que tener muy mala leche para echar a este tío el Viernes previo a la Irongoat. Podrían haber esperado al Lunes por lo menos.... cabrones.

Y así, con preparación física normal (aquí hace falta que sea 'supernormal') y sobre todo sin el ajuste psicológico profundo que merece esta animalada, me apunto a última hora cuando se acababan las plazas. - Qué se acaban, qué se acaban!! - Vale, vale, me apunto. Veo que hay gente conocida y espero que si aguantan ellos, hacerlo yo también,... -Pero bueno, si es un paseo, cómo no voy a aguantar. Hmmmm, pero no por viejo se sabe todo.

Como los avituallamientos no me quedaban muy claros y el día me temo que se va a hacer muy muy largo, metó en el zurrón hasta 9 minibocadillos variados incluyendo los especiales de queso y membrillo y alguna cosa más como frutos secos, la bolsa del hamster está preparada. Menos mal porque se quemaron muchas calorías y se necesitaba combustible para largo. No me faltó comida, por esa parte acierto pleno. La ropa igual, eché un chaleco y unos manguitos y me vinieron bien para la noche de salida y la de llegada. La excursión es que duró un día y dos noches jeje

Después del madrugón y de que me recogiera el 'taxi' de Juanfran en la puerta (-qué lujo Dios) iniciamos viaje. El que estaba enfermo esta vez era Javier que tenía la garganta hecha un asco y una voz de hombre que no le reconocíamos. Va en su coche porque dice que puede que abandone. -Ja, que me lo voy a creer yo. Esto es más duro que la carne de perro.

Después de unas breves palabras de los organizadores iniciamos la ruta en pelotón bajando desde Ricote hasta Ulea por sendas. -Si somos de montaña, somos de montaña. Y así con armonía y buen rollo llegamos hasta Ulea y empezamos a fustigarnos como locos. -Un Scalextric Papá.

Todo el mundo se iba a bajar en la Senda del Scalextric pero al final todos mintieron como bellacos. Yo que iba subiendo bien se me paró un tío delante y echamos pie a tierra. Me vino especial porque hice la subida en dos trozos y así no me agoté apenas. A continuación la Senda del Martillo, que hicimos (hice) superbien, sin incidentes ni excesos, bien. Se me soltó la bolsa del sillín al llegar al collado, es verdad, y allí los 'pata negra' se fueron ya forever. Solo los volvi a ver bajando puertos mientras yo los subia.

Tras la Subida del Martillo llega la bajada, bien, sin incidentes y entramos en una zona de transición-navegación. No se qué pasó pero aparecían ciclistas de todos sitios... y éramos nosotros mismos, cada uno de los grupos por una variante diferente. Zona de conversaciones y relaciones, más adelante iba a ser más difícil porque en La Bola íbamos todos como muy enfadados, sin hablarnos 'naica de na'.
Iniciamos la subida por San Joy, yo la primera vez que subía por aquí, las fuerzas van bien y el ritmo es contenido por el temor a lo que nos espera. Los 'Carambas' se ven allá a lo lejos, muy lejos. Nos sacan calculo unos diez minutos ya. -Qué tíos! Por detrás vamos formando un pelotón bastante numeroso, entre los que van algunos que ya saben que no quieren llegar más allá de Cieza. Otros sí queremos. -Be careful, que no nos arrastren con un ritmo demasiado alto.



La ascensión a La Bola es durísima, yo pienso que no tiene igual en la región. Es imposible guardar perricas, por despacio que vayas, el consumo de piernas es altísimo. Esto luego me pasará factura, lo sé, pero no puedo hacer nada. Trato de concentrarme en mi ritmo, no dejarme llevar por nadie y poco a poco, y eso sí, muy despacio, consigo alcanzar la Cima Coppi de esta Irongoat (1254m si mal no recuerdo). No es para mí ninguna sorpresa el cachondeito de la pancarta avisando que está cerrado el avituallamiento y que el más cercano está en el otro pico (otra rampona de los cojones!). Tiempo para un par de fotos con mi 'Jefe Ibarra' y al otro pico. A almorzar!



Cuando llegamos allí veo a mi Antonio Morte y le veo cara de diablo, luego le cambiaría la cara, pero en ese momento no me cae bien del todo. En fin, que aparco y bebo bastante porque el calor aprieta y la deshidratación está ahí, flotando en el ambiente. Descansamos un rato y cuando estamos a punto de bajar vemos que llega Javier. Es un campeón y nos esperamos a que se reponga para bajar juntos.

Iniciamos el descenso tranquilamente cuando de repente..... -Es Sagan? -Noo, es Paquito!! -Hostiaa, cómo va. -Pues por aquí está peligroso que patina. Dicho y hecho, Paquito al suelo después de un salto propio de circo. Menos mal que llevaba ya un escapulario que le protegía además del airbag en forma de mochila porque de poder hacerse mucho daño ha pasado a hacerse poco, pero se ha hecho. Bueno, pues seguimos, ahora todos con más calma.

La bajada de La Pila es laaaarga, y en muchos tramos sin perder cota, así hasta que al final ya sí de verdad se pierde la altitud y se llega a la carretera de Jumilla donde el track nos juega una mala pasada a Juanfran y a mí pero nada que no se pueda rectificar. Ascoy al frente.

Hasta que se inicia la ascensión real, hay tramos de navegación (como si fuera el Dakar) y luego de acecho, rodeando al bicho por todos los flancos para ver por donde meterle el diente. Cuando ya de verdad la cosa se empina, la temperatura está rondando los 35º. Ufff, casi nada. El terreno aquí es desolador, no hay árboles ni apenas vegetación, solo piedras y calor, terreno de escorpiones y ciclistas colgaos pienso yo. Me recuerda a las historias que cuentan del Mont Ventoux, ese donde la palmó Tom Simpson. A ver si palmamos nosotros!





Extenuante ha sido llegar al último molino, no llevo ni gota de agua, ni ninguno de mis acompañantes. Al ir a recoger el segundo escapulario bebemos agua a balagueros, estamos deshidratados y el buitre de los calambres lo noto que ya va rondándome, lo intuyo. Parada más bien larga, se necesita por el calor y el esfuerzo tan intenso que hemos soportado, y una vez repuestos nos tiramos montaña abajo, primero por lo ya conocido que está peligroso por la cantidad de piedra molida que hay y después por la Senda de la Piedra Viva, en la que más vale no caerse porque seguro te haces un manostijeras importante. Esto, sin embargo, para los brazos es cojonudo, te ahorra tiempo y dinero de gimnasio, para el dentista en cambio no porque los empastes que no vayan muy fuertes te los tira todos.

Calor, calor, cuando llegamos a Cieza lo que apetece es.... un baño en el río y una cerveza fría con unas patatas o unas almendras -¿pulpo? -también, qué capullo!! Pero entre la indecisión, no encontrar un sitio güeno y que luego encontramos el punto oficial de avituallamiento pues no lo hicimos. El cariño y los ánimos van estupendo pero desde luego una barrita de esas de cereales de Hero no tiene nada que ver con una caña y un trozo de pulpo. -¿No hay Coca Cola? Ahhhrg, pues entonces nos vamos. 

La salida de Cieza es un poco traumática pensando en la Cerveza o Coca Cola perdidas pero.... así están las cosas. -Tooooma rampa para encaminarnos al ZigZag. -Toooooma mosquitos en la ascensión. Allá que vamos un poco cabizbajos, sin muchas risas, será porque es la hora de la siesta ya y vamos echando cabezaditas o será porque en algún momento se ve entre muchas montañas unas antenas que son las de Almeces..... Y mira que están lejos y hay montañas por medio. Mae Mía!!  La buena noticia es que está cambiando el tiempo y la temperatura está bajando.

Empiezan los senderos buscando como meta volante próxima el Portazgo.  Empieza una subida que se hace muy muy larga, con un primer tramo bastante empinado y ya luego aunque rebaja el porcentaje resulta tedioso el ascenso. Nos cruzamos con los más aventajados de la clase, los cuales nos animan y apoyan para que no cejemos en el empeño. Es un estímulo importante que junto con la cabezonería propia dan sus frutos.
Oye, que fue llegar al Collado del Portazgo y decirnos Antonio Morte que no había que subir más y cambiarle la cara de demonio que tenía en La Bola por una de ángel custodio, qué metamorfosis tan rápida. Bueno, bueno, qué lujazo de avituallamiento, ¡con Coca Cola! ¡Cerveza! ...¡¡ Almendras!! Juas juas,.... Pagado de su bolsillo. Si es que hay que quererlo aunque no sea tu tipo de hombre.

Después de aquello, el mundo era diferente, había cambiado. -¿En todo? -Psss Seguíamos yendo juntos Ibarra, Ferrer, Javier y yo, teníamos mejor humor pero mi pierna izquierda seguía en alto voltaje, se me quería enganchar. Apliqué durante la subida al Collado del Águila la técnica de meter desarrollo y me fue bien pero ahí estaban los calambres dando guerra. Sabía que habría más episodios futuros.

Después de la bajada llegamos a la Parada de PepeGar y la verdad es que después de venir de Casa Morte llegábamos ya satisfechos y no necesitábamos prácticamente nada, y mira que Pepe como Charo se empeñaban en ofrecernos esto y lo otro y tal pero íbamos bien. Necesitábamos cariño y ánimo, eso sí, y de eso nos dieron en esta parada en cantidades industriales. Gracias.
 
Entramos en lo más divertido del día, la Rambla de Beniiiiiitooo porque, bien dicho, ni La Bola ni Ascoy ni el Hartazgo (digo Portazgo) son muy amenos y sin embargo aquí lo pasamos en grande sorteando piedras, raíces y demás. Así hasta que llegamos al final y encaramos la Senda de los Perros Rabiosos. Poco que comentar de este sendero no ciclable, entorno bonito, camino feo. 

Ya nos adentramos en un montón de senderos de nombres desconocidos para mí, unos más duros, otros menos, unos con más dificultades en forma de surcos y piedras y otros menos. Parriba, parriba, los calambres van a más y me obligan a cuidar mucho el pedaleo y en ocasiones a tener que pararme porque se me bloquea la pierna. Todos los males se olvidan cuando de pronto te encuentras con espectáculos como la puesta de Sol en el Estrecho de Bering. Qué maravilla, qué privilegio tenemos de ser testigos de esta naturaleza. Hay foto y si es así, hay parada. 




David va nervioso porque no lleva luces, va bien y observa que nosotros sí llevamos luces, no vamos muy bien y además nos lo hemos tomado con una gran relajación a estas alturas de recorrido. De un momento a otro se marchará, lo sabemos. El resto del contingente, Juanfran, Javi y yo ya hemos hecho 'cuerpo' y no nos vamos a separar de aquí al final. De pronto, yendo David ya por delante, nos equivocamos y nos metemos monte abajo por error. Cuando nos damos cuenta, nos tiramos de los pelos (los que nos quedan) por el error cometido pero no queda otra que la vuelta atrás. Ya, cada metro de ascensión de más, se nos clava como un cuchillo.



Después de muchos kms de senda llegamos por fin al collado ese donde está el camino encajonado en piedra, qué sitio tan bonito y la bajada que hay a continuación también. Unas fotos rápidas y zumbando por esa senda en bajada preciosa que finalmente te lleva a la pista forestal. Aquí ya sabemos con exactitud lo que queda para garantizarnos la Cabra de Hierro de este año. Ya sé que aunque sea a una pierna subo Almeces. La gloria está más cerca que nunca.
 
Subida muy despacio, no me daban las piernas para más, cuidando el pedaleo para que no se enganchara la pierna de nuevo y sin subir de pulsaciones, sobre 120, no porque no quiera sino porque no puedo. Lo importante es seguir, seguir y seguir. -Son dos kilómetros!! -Dos!!! -Vamos, Vamos!!!  Es de noche y se agradece porque así no ves mucho lo que hay por delante. Solo tienes que pensar en dar pedales, uno, otro, otro, otro,....-Vamos, Vamos!!!

Las antenas, por fin, ahí están Paquito, Antonio y Juan animándonos como si fuerámos los vencedores de algo. -¿lo somos? Sí, supongo que de algo si somos, de algo propio, interno, del desafío, del reto, de una superación de tus limites, de la Irongoat de este año, de estar menos tiempo que otros o de estar más tiempo que otros, todo es relativo... Al final creo que si, que somos vendedores de muchas cosas.



Cuando enseguida llega Javi nos fundimos en un gran abrazo los tres. En Almeces nos hemos coronado como Irongoaters, Cabrones del Hierro (y de la Piedra). Tras las fotos de rigor un poco rápidas puesto que hace bastante fresco ya, nos tiramos en un largo descenso camino de Ricote, donde somos recibidos en el Pabellón por algunos de los fieras de la prueba y también de un David que ya está el tío duchado y guapo para la cena.




Ducha cojonuda, repito, cojonuda, y luego una cena tranquila, comentado animádamente con los compañeros de fatigas las muchas cosas que han pasado durante tantas horas.
Tiempo de marcha, algo más de 14 horas con 11 horas y 24 minutos de pedaleo.
Ha sido una experiencia muy gratificante la vivida, una aventura como pocas, con una dificultad como ninguna, compartida con grandes amigos que en estas circunstancias se engrandecen más todavía y forjan unos lazos de amistad que se hacen muy fuertes.


Hay que agradecer a las personas que se han encargado de la organización, el tiempo y los recursos que han dedicado a que muchos disfrutemos de estas locuras. Hay que seguir siendo niños todo lo que se pueda y jugar a las bicis durante muchos más años.

Mi recuerdo y agradecimiento especial para Juanma, Quiyo, Antonio, PepeGar y Charo como principales caras de la Irongoat 2016 pero seguro que hay muchos más detrás que también han aportado mucho y bien. Gracias al Ayuntamiento de Ricote y a su alcalde Celedonio Moreno por hacernos todo mucho más fácil al facilitarnos el pabellón para duchas y custodia de las bicis.

Mi reconocimiento a todos aquellos finishers y no finishers que se atrevieron con tal 'bicho'. Hay que tener agallas, por no decir otra cosa, para meterse en estas locuras. Yo tengo agallas y pulmones porque si no, no os puedo seguir a la mayoría.

Destacar especialmente a mis compañeros de aventuras, David Ferrer, el mago del rodillo y excelente compañero, Javier García, ejemplo único de determinación y pundonor en la bici, (me emociona verle llegar a los puertos) y a Juan Francisco Ibarra, compañero ya de muchas aventuras con el que nos divertimos diseñando rutas y en la medida de lo posible haciéndolas también. Es un 'monstruo' en todo lo que hace y ahora que le ha dado por la bici, pues igual. Es el que me contagia la energía cuando me falta.

Por último, recordar al primero de los locos de este circo que es Arusa. Cuánto y cuántos te hemos echado de menos.
 
-Has sufrido una caída pero te vas a levantar con más fuerza. Seguro. Un abrazo Ángel. 

https://photos.google.com/album/AF1QipN7t7HoqWok6HaGde0DMCY70mrU3pabZ-kiQryu

domingo, 2 de octubre de 2016

Ruta de los Pantanos.

Hay proyectos de rutas que no se sabe por qué razón se resisten a su ejecución y sin embargo hay otras como esta de los embalses que a la primera Pam, a la cesta que va.
Como viene siendo habitual, todo empieza en la mente del inquieto Juan Francisco Ibarra, que con su afición al diseño de rutas por ordenador se marca unos trazados que no veas. A la hora de materializarlos se convierten en épicos. Y lo fácil que resulta trazarlos con el ratón...
En el equipo se incluye nuestro Gran Hermano Javier García, el tío que no atranca, el que todo lo que le presentes por delante se lo carga. Mira que le dijimos por activa y por pasiva que no encadenara tres días de ritmo y exigencias tan altas y el tío nada, ni caso. Y como es normal en él ¿Crees que se le notó la paliza de los dos días anteriores? Pues no, ya digo, lo normal en él. 
Los días previos marcan para el Lunes tormentas pero con pronósticos inciertos por lo que retrasamos la decisión final. Además tenemos otro asunto que tratar y es que Ibarra se ha resfriado... (pobres virus, no saben dónde se han metido). A un día vista va y dice que está mejor, que ya los mocos son verdes ¿¿¿??? Jajaja, éste tío es único.
Al final a las 6:00 de la mañana del Lunes decidimos salir y sobre las 7:00 pasadas estamos en ruta. Hemos preparado bocadillos y algún complemento en forma de membrillo, frutos secos, etc,... para disponer de combustible para bastantes kms.

El día está gris pero es ideal para el ciclismo por la temperatura suave que tenemos. Tranquilamente nos encaminamos hacía la Universidad para enganchar la Via Verde que nos tiene que llevar hasta Alguazas primero y casi hasta Campos del Río después.
Sobre el kilómetro 25 nos desviamos un poco del antiguo trazado de ferrocarril y llegamos al primero de los embalses, el de Los Rodeos. Está seco, sin agua, pero ha crecido mucho 'verde' en el fondo y no está fea la foto que le hacemos. Ya hemos 'colonizado' el primero de los objetivos.
Pronto, un poco antes de Campos del Río, nos desviamos hacía el Norte para atacar el segundo de los embalses, el del Mayés. En poco menos de una hora nos plantamos en el Embalse rodando por carreteras y caminos de pendientes suaves. De momento, no ha habido terreno muy duro, ha sido llano o con ligeras subidas bajadas, ideal para el principio de un largo recorrido. 
Lo que si aprieta ya es el hambre, vamos pensando ya en el bocadillo de albañil que llevamos para comerlo en la zona recreativa que hay en el Mayés y cuando llegamos allí hacemos una larga parada y un almuerzo recuperador. A la orilla del embalse, con las vistas de la Sierra de Ricote al frente y con el estomago lleno allí se está de fábula pero.... hay que seguir. -Pues no queda nah!
Iniciamos una de las muchas subidas cortas pero ya con cierta dureza de las que tendremos que afrontar. Una vez que hemos subido.... a bajar por la famosa Cicatriz donde hay que extremar la precaución pues el terreno está pedregoso. En una casa que en su momento tuvo que tener mucha vida alrededor y hoy está abandonada paramos para echar unas foticos con el fondo de Almeces.
Ahora llega una zona desconocida por todos y que a mí me gustó mucho, el acercamiento a la zona de Fuente Caputa, vamos por la línea de solana de la montaña en una pista cómoda y no muy difícil en el que se disfrutan unas bonitas panorámicas de la zona de Yechar y Mula. Finalmente llegamos al asfalto y nos dejamos caer para llegar a F.Caputa y después de una corta subida iniciamos una bajada larga y gustosa que nos llevará a la carretera de Mula. Subimos un poco y en El Niño de Mula (Casa Paco creo recordar) cervezas y coca colas para todos!!! 
En la Ermita que hay allí, se está de vicio bajo la sombra de unos árboles deliciosos. El bocadillo sabe a gloria y la cerveza no te digo más. Otras fotos para el recuerdo y a seguir viaje.
Cogemos Vía Verde de nuevo y atacamos la subida a Bullas, desniveles ligeros pero constantes que obligan a apretar las piernas un poco para mantener el paso. Zona de transición y en Bullas pasamos por el centro del pueblo a echar unas foticos de nuevo. La cosa marcha bien!
Entre Bullas y Calasparra circulamos por zonas variadas, igual pasabas zonas de ramblas que boscosas o llegaban zonas agrícolas. En una parte de estas últimas yo creía que me moría de la pestaza que había allí a mierda pura. En fin, cosas del campo.
Pasamos por Valentín, ese pueblo gran desconocido para mí. No tenía ni idea de su existencia aunque luego me dijo JuanFran que era famoso por los ladrillos y entonces sí caí que por lo menos me suena de eso. Seguimos avanzando pues queremos llegar hasta Calasparra para comer, son ya más de las 14:00. Por el camino encontramos un nuevo pantano.. -Mira! El de Argos, muy bonito él.
En Calasparra paramos en una avenida muy coqueta que hay allí y como cerca hay un 'chino' compramos bebida fresca para comer. Los bocatas ya los terminamos de liquidar. De postre nos compramos tres cornetes chinos que más malos no podian ser pero decidimos que si nos morimos lo haremos los tres juntos jajaja.
Tras la larga pausa de la comida tenemos que afrontar una de las subidas más duras y prolongadas. El calor y el transitar por zonas quemadas hace que sea uno de los segmentos más sufridos y penosos. -Qué lastima de bosque incendiado. Tras el alto llega una bajada preciosa al Pantano de Alfonso XIII, una zona de las que más me gustó del recorrido. Zona de contrastes.
El siguiente punto de control es la Presa del Cárcabo donde hacemos un baja y sube para echarnos la foto, da un poco de pereza pero si queremos poner el título de Ruta de los Pantanos tenemos que cumplir con el protocolo. 
140, 150 kms ya pesan, empezamos a poner el piloto automático, por decir algo, aquello de darle a los pedales y darte un poco igual si el desnivel es positivo o negativo, si es mayor o menos, das pedales y ya está, a la velocidad que salga. Miras hacía adelante y ves la Sierra del Oro (lejos) y si te esfuerzas, consigues ver detrás (pero muy detrás) la Sierra de Ricote,.... ufff qué lejos estamos de Murcia. Estamos sufriendo el Síndrome de Paco. Nos reímos acordándonos de él. Lo echamos de menos.
Pim pam, pim, pam, por el camino hemos decidido que, en vista de la hora que es, acortamos una parte del recorrido y que el tour que pensábamos dar a la Atalaya de Cieza se va a quedar en el tintero. Otro día. Total, que vamos un trozo por la carretera hasta que llegamos al desvio que nos conducirá al cruce de los cuatro caminos, cerca de la subida al Portazgo. 
Aunque voy algo tocado, parece que he dispuesto un modo supervivencia que consiste en no pensar en lo que queda, se puede pensar en lo que sea menos en eso y parece que funciona. 

Después de ascender al punto de más altitud del recorrido, el Pico del Águila en la Sierra del Oro, y tras un rápido descenso buscamos con avidez algun bar o venta donde poder beber y quizás comer pero no tenemos suerte y todas están cerradas. No nos queda ni gota de agua. Finalmente, y con un poco de deseperación por la sed asaltamos un chalet donde a una mujer que está entrando en su casa le pedimos si nos puede dar un poco de agua. Amablemente nos hace pasar y nos provisiona de agua a los tres. Javi, cuando le dice la chica que lo que queramos, hasta quedarnos a dormir, se lo piensa y casi se queda allí con la moza. Jajajaja, es que no era mal plan la verdad.

Bueno, una vez hidratados y ya anocheciendo nos lanzamos a toda velocidad en bajada hasta Blanca alcanzando velocidades de más de 70 km/h en busca del último embalse, el de Azud de Ojós. Foto y zumbando hacía Archena, donde hemos programado la siguiente gran parada. Vamos por la carretera pues ya tenemos ganas de alcanzar la meta volante.

En Archena, si los pasteles de carne entran bien la cerveza no te digo nada. Caen los litros con una facilidad pasmosa, tenemos que cortarnos pues si nos descuidamos salimos borrraaachos del tó. Tras la cena un postre a base de pepitos de crema, palos catalanes y napolitanas. Ummmm, que ríco todo y sobre todo la mistela que nos endiñamos también.

Buff, al salir da un poco de pereza pero al rato nos damos cuenta que en parte nos hemos repuesto bastante para dar el asalto final de nuestra gran ruta. De noche, con las luces, vamos rodando con cuidado de no hacernos daño en las muchas cañas que obstaculizan el paso por la Mota del Río. Como me encuentro bien le cubro el relevo a mis compañeros y me dedico a tirar hasta alcanzar el puente donde se enlaza con la Via Verde.

En la Vía Verde aflojamos un poco el ritmo y nos dedicamos a charlar con tranquilidad. Ya estamos cerca, solo queda el puerto Hors Category de la Universidad. -Estamos !!

Sin más novedad, llegamos arriba a la Universidad y enseguida a Juan Carlos I donde nos despedimos de JuanFran. Javi y yo seguiremos juntos un rato más hasta llegar al Puente del Hospital.

Hemos conseguido el objetivo, la ruta ha sido dura y complicada pero hemos tenido muchas cosas a favor como no tener ningún tipo de avería mecánica y mejor todavía, ningún tipo de problema físico por parte de ninguno de nosotros. Estamos cansados no, estamos reventados pero hemos aguantado el tipo muy bien. El que desde luego tiene menos mérito soy yo pues JuanFran ha pasado por un catarro y Javi lleva tres días de machacarse en la bici. Son dos tipos muy muy duros y con ellos nunca vas a tener problemas de convivencia. Así da gusto.

Casi 12 horas de pedaleo, casi 16 en total. Ha sido una jornada muy larga pero que se ha hecho amena por la vistosidad del recorrido y por la calidad de mis compañeros.El reto está cumplido, la Ruta de los Pantanos ya es historia, el Capítulo I de Grandes Rutas completado. 


https://goo.gl/photos/ZDjMx8LMZMdxDnJC7 

Habrá que buscar el siguente capítulo. A ver que nos depara.

martes, 21 de junio de 2016

III Sabina Albar Bike. 2016.



Como no esperaba de otra manera, el pasado 19 de Junio de 2016, viví una bonita experiencia en la III Marcha Sabina Albar Bike, que discurre por Tierras Altas de Murcia, en los alrededores de la pedanía de El Sabinar, en el término municipal de Moratalla. Es un placer inmenso compartir este día con las gentes del lugar que te acompañan y te alientan como si uno más de la familia fueras y también con los muchos amigos que tienen el mismo gusto que yo por apuntar esta marcha en el calendario como imprescindible.

Es la marcha referencia de varios miembros de mi grupo habitual de salidas MTB. No hay que olvidar que Román, hijo ilustre ya de El Sabinar por adopción, es uno de los creadores, gestores, organizadores,... de esta marcha cicloturista. Al ser una referencia tan clara, todo el enfoque de la preparación anual se centra lo máximo posible para esta fecha. Y doy fe que tanto Román como Ángel, sobre todo, han ido muy preparados y concienciados para afrontar con fuerza y valentía los cerca de 50 kms duros y quebrados de este recorrido. 
Campo de San Juan

En mi caso particular, después de cumplir mi gran objetivo del año que eran Los 10.000 del Soplao, me inundó una apatía total. Posteriormente, por esa apatía o debilidad o por lo que sea, una bronquitis me dejó muy tocado durante las siguientes semanas. En dicho intervalo, he realizado únicamente cinco salidas con un kilometraje total de apenas 200 kms, pobre entrenamiento de cara a una prueba corta pero exigente, dura e intensa como esta. -.Estaba más quemao que la pipa'un indio.- 

Campo de San Juan
Para acentuar esa preocupación todavía más, hace justo una semana, al hacer el reconocimiento previo de la marcha con mi grupeta habitual, sufrí como pocas veces lo había hecho, mal, mal, tirando de la bici como si fuera de plomo, sin explosividad, ni energía, ni fondo,... Muy mal. Con estas premisas, las pretensiones con respecto a tiempos, puestos y demás, quedaban soslayados totalmente. 3:30 es lo que dije cuando me preguntaron por el tiempo que esperaba hacer, una mezcla de optimismo por un lado y prudencia por otro. Tiempo a medias aguas. 
La tarde previa a a marcha, el Sábado, ya recuperado totalmente por fin de la jodida bronquitis, cogí la bici y me fui a la montaña... A ver qué pasaba. Quizás era una temeridad la tarde anterior hacer lo que hice pero necesitaba saber. Y me subí al Relojero, subida clásica en Murcia. Y me sirvió, me sirvió bastante. Por un lado, para despertar un poco las piernas, 'anestesiadas' ya muchos días y por otro para ofrecerme la esperanza de hacer una marcha mejor de lo previsto. Y..... Sorpresa, ¡Estaban bastante bien las piernas!

De todas maneras, aunque las piernas fueran mejor, el entrenamiento no existía, 200 kms en un mes sshhhhh, así que una vez en El Sabinar, evité salir en posiciones delanteras para de esta manera quitarme una capa de presión e intentar ir de menos a más para encontrar las buenas sensaciones a medida que avanzara la jornada y no explotar como una chicharra nada más salir. 

El ambiente en el pueblo era increíble, mejor que el año pasado incluso, la gente de la pedanía junto con parientes y familiares que acompañan a los cicistas reflejan en sus rostros alegría e ilusión como si de niños en una fería se tratara. Los ciclistas, a su vez, con tanto color en sus vestimentas, cascos y bicicletas, aportan mucha viveza al entorno que normalmente es mucho más sobrio y como más en blanco y negro. El resto lo hacen las carpas de la organización, el arco de meta, la música que reina en el punto de salida de la prueba. -.Espectáculo puro en El Sabinar.- 

La Cabra al ataque
Encuentro a Paquito y a Antonio Morte, con los que viví hace pocas fechas momentos imborrables e intensos en El Soplao y tras unas fotos, me voy con ellos a la salida. Charlamos hasta que llega la hora y cuando pasamos el arco de salida empieza aquello. Ellos, Paquito y su grupeta, van a hacer el recorrido con mucha calma, y yo sin calma y sin prisa ??? -¿Quién entiende eso?
En línea de salida


Enseguida de lo que me doy cuenta, es de que tengo buenas piernas. -Bien! Después, también me doy cuenta de por donde van los galgos. -Mamma mia!  Allá por el horizonte. Y a continuación soy consciente de lo difícil que es adelantar en este camino sin tacharme yo mismo de insensato. Uff! Con tanta gente, se coloca uno en la parte derecha, otro en la parte izquierda.... Y ya no pasas. Jeje, bueno, a alguno si consigo pasar, pero con mucha dificultad. En Lorca, en los 100 y pico esto no pasaba, al ser pista ancha y sin roderas, canaletas, piedras, el adelantamiento era fácil, aquí no.

Tras unos kms iniciales de caravana de amigos, ya viene siendo más fácil adelantar y poco a poco voy progresando. Eso hasta llegar al pescozón, según vocabulario de Arusa y Cia, en el que se vuelve a formar un poco de tapón. Si miras el Flibys, el invento éste de Strava, te das cuenta que a estas alturas, gente como Román, Arusa, etc,... ya van a un mundo de distancia. -Bye bye

Tras pasar las zonas ratoneras y cruzar el río, mojarte los pies, sufrir otro de los 'pescozones', llega el HC (Hors Category) de la jornada, Cantalar. Qué bien va conocer las subidas. La hice muy bien, con ritmo, con calma, sin sufrir mucho, con buenas sensaciones, alcanzando a gente, que siempre anima, así hasta llegar al Avituallamiento líquido donde al parar a recargar agua, y ofrecer el bidón, me daban vasitos de agua! Pffff, -Dame una botella pijo!  y donde 'perdi' bastante tiempo, -¿bastante? - Hombre sí, dos o tres minutos (jajaja) No se si por el tiempo perdido, o por el descanso ganado, la última parte de la subida la hice a full-gas, con unas sensaciones buenísimas. - Yihaaa 

En el Alto había un avituallamiento sólido, y como iba sin alimento, paré a zamparme unos trozos de plátano. Me sentaron como Dios, esa es la verdad. No se si por el azúcar o por el potasio o por qué, pero el caso es que hice una bajada muy tranquila. Sin excesos de velocidad, con seguridad y con confianza. Iba muy contento de como iban las cosas. No era cuestión de estropearlas. -Vamos Bien.

Llegando a La Rogativa, alcancé a Ubaldo y le sobrepasé. Este hecho me hizo crecerme un poco más porque sé que es un tío fuerte, que en El Soplao hizo una gran marcha. A estas alturas de 'carrera' ya había alcanzado a unos cuantos amigos. Estaba progresando, como era en principio el plan. Como decía el del equipo A, -me encanta que salgan los planes

En La Ermita de la Rogativa había un punto de control donde se tomaban tiempos de paso. Hasta aquí las sensaciones eran buenas, eran de ir progresando, eran de ir con resistencia, con energía, con control, etc,... Pero todo esto podía ser subjetivo, desde mi punto de vista. Pero lo que sí era totalmente cierto, y con los datos en la mano de la clasificación oficial, es que en la segunda parte solo uno me sobrepasó hasta la llegada a meta. Y sé quien es: Alceño, ese tipo que me pasó y al que no podía alcanzar y que cada vez lo veía más pequeño a lo lejos. -Qué cabrón el Alceño. Jeje

Hice los senderos muy bien, con calma, sin sustos, con seguridad, sin bajarme de la bici. Lo único, en el paso profundo del río, que lo pasé a pie pero fue porque el que llevaba delante se paró y a bici parada no me atreví a meterme no fuera a ser que me tocara baño y espectáculo posterior. Y allí estaba María Dolores con la escopeta cargada disparando fotos si parar jajaja. -Calla, calla, hoy en día, con las redes sociales, te haces famoso hasta en Corea. 
Paso del baño...

Hubo un rato que tuve un poco de bajón, es cierto, cuando tocó subir la mortifera subida esa del mil por ciento, Diosss, qué suplicio. Pero bueno, una vez pasado, recuperé de nuevo el tono y continué más o menos bien, ya un poco más castigado y más hastiado eso sí pero bueno, como todo el mundo supongo. A estas alturas de marcha, los continuos repechones aparecen por donde menos te lo esperas y es un continuo castigo que se repite una y otra vez. Luego, a lo mejor no subes muchos metros acumulados pero chico, las piernas te las va, minando no, fulminando que es peor.

3:30. Miro el reloj y veo que sí, que para rebajar ese tiempo estoy. Me encuentro durante bastantes minutos solo, sin nadie por delante ni por detrás. Qué gusto, pasar por las zonas de nogales de la rambla de Arroyo Blanco con el fresquito rico que corría y que aliviaba lo que iba picando el sol ya a esas horas. Estaba disfrutando mucho.

Al acercarme a la última subida, la de la cantera, veo a lo lejos un ciclista y me exijo un poco más, no vaya a ser que yendo solo me esté relajando más de lo normal jeje, así que voy en caza y captura hasta que tengo a tiro a la pieza que sigo y tras un cambio de registro colocando el plato grande le doy alcance. Y luego me 'liquido' a dos más. Toma! Ya no queda más que lanzarse a la línea de meta, con buen regusto. 

3:16 es el tiempo que marca el reloj. Entro entero, feliz, contento y satisfecho. He realizado una de las mejores marchas de mi vida, no quizás por tiempos, pero si por sensaciones, por lo entero que he acabado y por lo que he disfrutado del recorrido. Sin duda alguna, gracias a la belleza del sitio.

Encuentro a algunos amigos que han llegado ya hace un rato haciendo unos muy meritorios registros al alcance de pocos. Mi puesto final, según reza en la clasificación es el 110, octavo en mi categoría de 'alevines', con lo que no puedo estar más que satisfecho por el rendimiento tan 'alto' después de la 'perrera' que había tenido las semanas previas.

Tras departir animádamente con los amigos, hacer algunas fotos, recoger el jamón, homenajear a Román por su subida al podio, toca ducha y macarrones. Este año los macarrones a la leña mejores que el año pasado, y eso es mucho decir, no creáis. En el pabellón, duchados, limpios y frescos, pasamos un ratico muy bueno charlando sobre los pormenores de unos y de otros durante la jornada y haciendo de la convivencia una segunda experiencia, tan buena o más que la que hace que nos unamos, el ciclismo.

Hay que ver la cantidad de amigos nuevos que he echado en estos dos últimos años de rentrée en el pelotón ciclista: Javi, Ángel, Román, Antonio, Paquito, Shylock, Joaquín, Enrique, David, Kalan, José María, Carmen, Gabi, Capi, Pablo,... y que se encontraban aquí en El Sabinar. Con todos ellos es mucho más divertido el ciclismo.

Para terminar, agradecer a todos los voluntarios y colaboradores de esta magnifica marcha, la Sabina Albar Bike que hacen que te sientas cómodo y a gusto en todo momento desde la recogida de dorsales hasta la degustación de los macarrones a la leña pasando por el marcado adecuado del recorrido con indicación precisa de los puntos peligrosos y la posición de los puntos de avituallamientos correctos para el buen desarrollo de la marcha. Con todo consiguen que, pese a la dureza del trazado, te entren ganas de volver de nuevo el año siguiente, así que...

El año que viene más.

sábado, 21 de mayo de 2016

Los 10.000 del Soplao 2016. Yo estuve allí

Ésta si que ha sido gorda!,.... en mi memoria se ha quedado grabada como la más dura de todas las marchas cicloturistas que he hecho, porque a pesar de tener en mi historial incluso una Marmotte con clima infernal, los 10.000 del Soplao tienen más dureza intrínseca en el recorrido que ninguna otra; los kilómetros de pista de cemento al 15% no se encuentran apenas en subidas de puertos de carretera. Por tanto, y sin género de discusión, Ultramaratón BTT en toda regla, una de las más duras del calendario español. Aun con todo, lo que no será fácil encontrar es una con una participación mayor que ésta: 5000 bikers de montaña en marcha más otros 5000 que iban andando, corriendo, nadando, de día, de noche,... En fin, una locura de ambiente en Cabezón de la Sal.


La previa comienza un año atrás, cuando después de hacer la XIX Marcha Sierras de Moratalla de carretera, elijo El Soplao como siguiente objetivo. La Banda de Arusa va a ir y qué mejor que ir con ellos, estoy convencido de que va a ser una experiencia inolvidable, como así ha sido. 

Lo primero que hago es comprarme una BTT nueva jajaja, de esa manera me lleno de motivación y estímulos. Una KTM de 29" de carbono. Un maquinón, estoy contentísimo con ella porque me ha aportado mejoras reales físicas y también otras que quizás no sean tan palpables mecánicamente pero que indudablemente existen, las psicológicas.


Después de un mes de descanso completo de bici en Agosto, comencé con muchas ganas e ilusión progresivamente a completar etapas cada vez más largas y más duras tanto con la bici de carretera como con la de montaña y también fui afinando un poco la figura pensando en que la prueba a preparar era de subidas muy exigentes donde el efecto de la gravedad se haría notar de lo lindo y el quitarse una garrafica de 5 kilos de encima iba a ir muy bien.

Un elemento clave en la preparación ha sido Juanfran Ibarra, con el que he realizado muchas salidas 'salvajes' tanto de montaña como de carretera, con él he adquirido un gran fondo que ha venido muy bien para este tipo de pruebas de tantas horas. Otro con el que he salido bastante ha sido con Javi García aunque con sus dos percances con rotura de costilla ha llevado una preparación más irregular. Por otra parte, de vez en cuando hemos realizado salidas muy valiosas con la 'Grupeta del Soplao' más algunos amigos que se apuntaban también con los que hemos pasado ratos muy agradables.


...Yo, cada vez que miraba los perfiles de los puertos del Soplao, se me caía el alma a los pies. Aquí hay pocas cosas parecidas, quizás la subida de Carrascoy sea una buena piedra de toque (por eso la Ruta 2 Dragones subiendo Carrascoy y Espuña fue interesante) pero aparte de esto, los puertos o subidas que tenemos, si no son cortos, son tendidos, pero es complicado encontrar duros y largos como son allí.

Bastantes días antes, ya con los preparativos en marcha, lo que no dejaba de hacer era mirar las previsiones del esperado día 21 de Mayo. Un día daban cubierto, otro despejado, otro lluvia, otro mezclado,.... Joer, no había manera de estabilizarlo. Y así fue un poco el día que nos salió, con reparto de todo. El asunto de la ropa que llevar y la alimentación era otro clásico, -Llevo camiseta, de corto con manguitos, con chaqueta, guantes largos?,.... había un sinfín de cosas que decidir.

Del equipo inicial se 'caen' dos compañeros por motivos personales pero uno de ellos, José Miguel, nos cede el vehículo que se había comprometido a aportar, una Mercedes Vito es-pec-ta-cu-lar. Ha sido todo un lujo disponer de ese vehículo pues ha hecho todo mucho más cómodo. Nunca se lo podremos agradecer lo suficiente. Gracias!

Estamos en Cantabria después de un viaje estupendo y menos cansados de lo esperado, tenemos un día por delante que aprovechamos para dar una vuelta por Cabezón de la Sal con las bicis y comprobar que todo funciona bien, hacemos un poco de turismo por Comillas y San Vicente de la Barquera y por último recogemos los dorsales. Cenamos con más nervios cada vez y pronto nos vamos a acostar. A partir de las 12:00 de la noche pasan los atletas de la UltraMaratón por el Puente de Ruente, justo donde tenemos la posada. Cuando esto ocurre, unos se levantan para verlo y otros no, pero simplemente oír y sentir el jaleo del público y familiares al paso de los corredores fue escalofriante. El sonido del cuerno vikingo ese no se me olvidará nunca. Tuuuuuuuuu

El madrugón es de aúpa pues el despertador suena a las 5:00. Desayunamos y a menos de las 7:00 ya estamos en Cabezón de la Sal. El ambiente es increíble, estamos en una calle transversal a la principal y allí estamos con cientos de aspirantes a cumplir el sueño. Los nervios es dificil templarlos...

A las 8:00 empieza a oírse movimiento y ruido de calas, empezamos a movernos. Cuando entramos en la calle principal, te metes en una película. Y tú eres uno de los actores, no de los principales quizás pero si al menos un extra. Hay madres, esposas, maridos, hijos, abuelos, suegras, nietos,... aplaudiendo a rabiar a su familiar, el speaker ánima una barbaridad y el no va más,... repito, el no va más es la música, el Thunderstruck de AC DC a toda mecha. Buffff!! Estoy ahora escribiendo y se me están erizando los pelos del recuerdo, así que imagínate allí. Nada más que por vivir esa sensación ya merece la pena ir. Son sensaciones que se viven en contadas ocasiones enla vida, un escalofrío te recorre todo el cuerpo, los cabellos se te erizan, la emoción te embarga y las palabras se entrecortan, ¿qué haces? ¿reir, llorar?...  - Pedalear, pedalear, eso es lo que tienes que hacer jeje

Allá vamos, haciendo los primeros de muchos kms que hay por delante. Hay mucha bicicleta, pero no hay demasiado estrés, es posible y no es malo avanzar un poco. Los primeros kms y los que serán los últimos son los únicos llanos prácticamente del recorrido. En cuanto llegamos a la primera de las rampas pasada la ermita de Santibañez nos tenemos que parar porque hay tapón. No queda más remedio que hacer una rato caminando, para los que van a hacer tiempos esto es una sangría inicial desde luego. Un poco más adelante ya nos podemos incorporar a la bici y continuar ya sin muchas más paradas, que yo recuerde.

No he estudiado muy a fondo el recorrido (en determinados momentos pensé que así era mejor jeje)  pero sí sabia que el recorrido tiene una primera parte hasta Ruente que es muy rompepiernas, continuos sube y baja no excesivamente largos pero si exigentes que te pueden destrozar el proyecto de llegar a meta así que intento en esta parte ser cauteloso, no obstante, sin hacer propósito de escapada me quedo sin mi grupeta, Ángel, Roman y Javi se quedan a un ritmo más tranquilo y por lo que supe después haciendo reportaje fotográfico completo. Yo prefiero no tener disciplina de viaje, ni por exceso ni por falta. 

El día está cubierto, la temperatura es agradable. Mi vestimenta al final ha sido una camiseta técnica de windstopper que me corte el frío en las bajadas, un maillot corto con posibilidad de abrirlo hasta abajo, unos manguitos y cullote corto con perneras. Iba bien así, era la ropa adecuada al tiempo que estaba haciendo y a las características del terreno.

Ya iba viendo yo que el terreno aquí en Cantabria es complicado pues las rampas son de consideración y las longitudes nada despreciables. Me gustó mucho la Subida del Soplao que se hacía por asfalto (me sale la vena de carretero, está claro) y que serpenteaba mostrando todo el reguero de ciclistas que éramos. Una imagen muy plástica de ciclismo, bellísima estampa.

Tras las sufridas subidas se sucedían las rápidas bajadas en las que por desgracia alguno que otro medía mal distancias o pericias propias y se quedaba en la cuneta esperando asistencias para de esa forma terminar su aventura. No merecía la pena arriesgar, el premio gordo se conseguía por llegar, no por llegar antes. Por lo menos, que yo sepa, no había gratificaciones dinerarias.

Y aquí está La Cocina,... un ambiente cálido de público hacía ver que ese era un sitio especial. Y tanto que lo era, por una rampa de cemento que hacía mucha pupa nos retorcíamos cientos de ciclistas buscando, con la rueda de delante apuntando al cielo, la llegada del alto. Durante el asalto a esta subida infernal la dificultad, además de la pendiente superior al 15% en cientos de metros, consistía en ir evitando a la gente que sufría percances e iba 'cayendo' del convoy. Porque aquello era como una empresa común, es por eso que yo daba ánimos repetidos para que la peña aguantara el tipo concentrándose en su conducción pues un fallo de uno se llevaba por delante a varios y luego subirse allí era complicado. - Vamos, vamos, que ya no queda nada.

Después de La Cocina bajada super super y se inicia la subida al Monte AA  -¿Por qué se llamará así? -Otro que tal baila tú. Puerto duro y correoso en el que ya oyes a mucha gente hablar de que les esperen en Ruente,... que se retiran!!  Es verdad que si no tienes un buen día o no llevas la preparación correcta, es un punto donde tienes que pensarte seriamente en la retirada porque meterse en El Moral pa-ná es tontería. 

Al llegar al Alto de Monte AA hay una concentración de 'parados' en el avituallamiento bestial. Llevo de todo lo que necesito así que sigo monte abajo por un trozo que habrá sido de lo más dificultoso del Soplao 2016 porque había tramos algo complicados. Me pasó a mí, que yendo detrás de una chica de repente pam! se paró por miedo de golpe en un tramo bastante inclinado. -Yeahhhhhh, parada de emergencia y por pelos no la arrollo pero en estas que venía uno por detrás rápido y Ayayayayayyyy, Uff, no me embistió porque se tiró a unas zarzas que había a la izquierda -Uaaaass qué daño!  Le eché un brazo para ayudarle a salir de allí y le expliqué el por qué de mi parada de emergencia. Al final todo quedó en un susto. Menos mal.

Llegamos a Ruente, donde teníamos la posada y voy pensando en si voy a dejar o no ropa, si dejo el foco y las baterías, si me paro a quitarme cosas, runrun, runrun, runrun.... Pues al final nada de nada porque un poco antes había tenido una falsa alarma de avería y me dio que pensar. -Seguro que dejo algo y luego lo echo en falta. El caso es que pasé por allí como una exhalación con un montón de público jaleando nuestro paso. Este año no se pasaba por el puente pero por eso el día anterior lo pasamos las veces que quisimos a un lado y a otro jeje
Empezamos una de las grandes subidas del Soplao en cuanto a kilometraje, mi cuerpo en principio va muy bien. Comienza El Moral, 10 Kms al 7% y 3 Kms al 2%. Después de unos kms muy agradables empiezan unas duras rampas. Vamos ascendiendo con dificultad y con un paisaje que va cambiando para ofrecer unas cada vez más amplias panorámicas donde la vegetación es cada vez más escasa. El escenario es ciertamente sobrecogedor con esas nubes que amenazan tormenta. La subida se hace larga, muy larga y de pronto -Ay!, llega lo que no quería, un principio de calambre me sacude la pierna izquierda,.... ayayay, con lo que queda todavía. Ahora me acordaba de las pastillas esas de Magnesio o no se de qué demonios que me hablaba Antonio en la víspera. Y yo sin pastillas...
Por finnnn llegamos al Alto donde paro a recoger un poco de agua y comerme unos cuantos sandwiches que estaban exquisitos. Las fuerzas ya van siendo menos pero no se puede pensar en nada más que en seguir. Aparte del calambrucho ese voy bien, sin dificultades fuera de lo normal. -Hala, pabajo.  A continuación pista muy rápida y bajada a tope con cierto peligro por las piedras sueltas.
Estamos llegando a Barcena Mayor, donde atravesamos un trozo de carretera ¡¡¡¡llano!!!! en el que hay mucho público.Un poco de envidia si me dan aquellos que tienen a sus familiares allí. Enseguida llegamos al avituallamiento y paro para comer y beber relajadamente. A continuación viene otro de los colosos del día, Cruz de Fuentes. -Mucho coloso hay aquí me parece. 

El principio de la subida es idílico, mucha vegetación, sombras,... caminos exquisitos para una bicicleta de montaña. Además, las pendientes no son fuertes y aquello te emboba como un tonto. Pero esto es un espejismo, el puerto te va castigando poco a poco como si fuera un púgil que te va dando ganchos a un lado y a otro, y algún directo que otro y pim pam, pim pam, te va desgastando hasta dejarte cerca del KO. Cuando llegas al cartel y ves con los ojos entrecerrados lo de 2,5 kms para meta, estás ya grogui.

Bueno, toca otra vez bajada, la pista en su principio es impresionante sobre todo por el cielo oscuro y borrascoso que nos cubre y por aquellas montañas nevadas que hay a lo lejos. -Disfruta lo que puedas. A continuación viene Ozcaba y el cielo que hace tiempo que estaba barruntando tormenta cumple con su amenaza. Llueve, y ahora no poco sino con fuerza. Me paro y me coloco la camiseta interior, pues hace frío y el chaleco externo, pues está lloviendo, todo ello con los manguitos. Las perneras no me las pongo porque si no,... se me hace de noche. Qué lento!!! Se me han ido como 10 minutos.

Finalmente coronamos Ozcaba y nos metemos en una bajada muy pedregosa y bastante larga donde sufren mucho los brazos, por fortuna la lluvia ha remitido y yo voy a 'fullgas' adelantando a gente y sin miedo a que me pase nada, con confianza, oliendo ya la meta a pesar de estar lejos y faltar todavía dos o tres como veremos puntos claves.

El primero viene porque la bajada de Ozcaba es muy larga y te fatiga mucho el cuerpo, por un lado es rápida y por otro tiene piedras con lo que el esqueleto y otras cosas sufren bastante. Cuando llegas a Los Tojos se termina la tierra y llega un tramo rapidísimo de asfalto donde se alcanzan velocidades punta muy altas pero el problema es que estaba mojado el asfalto y hay una zona donde hay curvas muy cerradas y con inclinación. Ahí tuve mi susto del día cuando a punto estuve de ir al suelo tras una derrapada algo incontrolada y me consta que allí cayó más de uno. Era un punto jodido, esa es la verdad, el agua lo había dejado peligroso.

Nah, ya estamos abajo y tras unos kms por la carretera llegamos a Correpoco pueblo, donde hay un gran ambiente pero todo la fiesta se estropea cuando hay que afrontar unos muros cortos pero muy duros por el pueblo, así hasta llegar al entorno mágico de la Senda de Correpoco. 

La cosa empieza bien pero a medida que te adentras un poco se hace el sendero más umbrío y llega el barro canalla que te va rectificando tu trazada a cada momento, manda él en muchas ocasiones y hay que estar presto a la rectificación y concentrado por tanto, cuando la inclinación del terreno pica pa'rriba el corazón se me revoluciona al aplicar más fuerza a los pedales para intentar pasar las zonas con un poco de velocidad y no poner pie a tierra. En algunos puntos hay mucho barro y puede ser un asco pringarse aquí al caminar. Up, up, up, up,.... Ya está!! Pasado Correpoco sin novedad, ya queda solo el ultimo 'coco'.

Un tramito de carretera llana para descansar un poco del estrés del barro y cuando no me lo esperaba, Zas! Giro a la derecha y un montón de peña allí jaleándome en una cuesta de cemento. Ostrasss, el Negreo ya! 

Es un tramo duro de verdad pero ante tanta gente no tienes otra que resoplar y apretar los 'güevos' contra el sillín. Hala, pa'rriba, A tope!!! El caso es que enseguida hay un punto de avituallamiento y tengo claro que voy a parar. Es preparar el cuerpo espiritualmente para recibir al Negreo.

Hay variedad de vituallas, algunas tan poco habituales en este tipo de marchas como lomos a la plancha jajaja, además de fruta, bocadillos y dulces. Me dejo llevar por lo que me pide el cuerpo y éste le echa el ojo a unos cuadraditos de chocolate que hay. Uno, dos, tres, cuatro, mmmmm, qué bien me sentaron! Tras la parada me subo a la bici de nuevo con el propósito firme de 'derribar' al temido Negreo.
Las rampas de cemento son de órdago, me junto con un local que me avisa que son tres los rampones que hay, a cual peor, con desniveles de escándalo y más a estas alturas de la película. Me bato como puedo en las dos primeras rampas pero en la tercera es que me da la risa pues voy más despacio que un tipo que va empujando la bici y las piernas van muy bloqueadas y pienso que me vendrá bien caminar unos metros.
Aprovechando que sufro algún calambre de vez en cuando que me hace parar veo una panorámica completa de por donde va el sendero y hasta donde. A lo lejos pero a la vista está la 'meta', porque una vez arriba ya tienes 'trincao' el Soplao sin remedio. La subida se hace dura por la inclinación, por las piedras que salpican el camino y por lo resbaladizas que están algunas pero poco a poco voy acercando la meta a mí.


Ufff, cuando llego arriba me da un escalofrío pero no de frío sino de emoción. Yihaaaaa!!! Lo he conseguido, he 'tumbao' al Negreo y para certificarlo saco el móvil y tiro unas cuantas fotos de toda la subida. El Soplao está en mi mano y como siempre digo en mis últimas crónicas quién me lo iba a decir después de años sin poder casi andar.
Solo queda una puntillada a un pequeño collado y Abaaaaajo y A Tooooooopeee!!!! Hago pareja con Pelayo, un chaval que no se llamaba así pero que en su maillot ponía ese nombre. Pues con Pelayo hago toda la bajada hasta llegar a Ruente y a partir de Ruente metemos toda la carne en el asador: 40, 45, 50 km/h Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta emoción a raudales, no hay dolor, solo satisfacción que transmitiamos directamente a los pedales. En ese viaje estelar ibamos arrasando ciclistas, grupos y pelotones sin remisión. Me recordaba mucho a la llegada a Sabiñanigo de la QH.

Qué gentío había en Cabezón. Eran algo menos de las 8 de la tarde. Volvía a tener otro ataque de emoción y los pelos se me erizaban de ver todo aquello. Llegando a meta me dio por mover los brazos en molino jaleando a las masa, puffff, llorar, reir, todo en uno pues el objetivo tan largamente perseguido ya estaba hecho y en un escenario inigualable. La huella que deja esto es para siempre.
Tras cruzar la línea de meta, abrazo grande con Pelayo y saludos y felicitaciones con los que por allí llegaban. La emoción estaba grabada en nuestros rostros junto con el barro del camino. Ha sido muy duro pero lo hemos conseguido. Me acuerdo de mi mujer y de mis hijos, de mis padres, de algunos buenos amigos. Unas fotos, unos mensajes para ellos y ya me queda esperar a que lleguen mis compañeros. Tengo muchas ganas de verlos llegar, tengo preparada la cámara para captar el momento.
Pero por desgracia, lo que suponía sería un rato se transformo en una espera muy larga. El hambre y el frío me estaban matando, por lo menos la llegada de algunos participantes ilustres como Lobato, el de la F1, amenizaban un poco la espera. Finalmente, tras casi dos horas de espera, consigo contactar con Román y me dice que están en Ruente. No puedo más y me acerco a la carpa a comer algo y a refugiarme un poco del frío.
Tras reponerme vuelvo a meta y entonces sí me cruzo con mis compañeros Román, Ángel y Javi con los que nos felicitamos por lo ya conseguido. Quedan por llegar Paco y Antonio pero ya es muy tarde y decidimos subir a Ruente y esperarlos allí.
Todo termina felizmente cuando en 'nuestro' restaurante, muy cerquita de 'nuestra' posada nos reunimos todos sentados a la mesa para dar cuenta de un excelente menú y comentar todas las anécdotas del día.


Estamos contentos pues hemos conseguido llegar todos a meta sin ningún problema reseñable, eso es importante, que no hayamos tenido caídas ni averías. Hemos conseguido un logro muy importante que nos hará crecer como ciclistas pero también como personas. El afán de superar desafíos y no ceder ante las dificultades es algo interesante para aplicarlo a la vida cotidiana.

Los 10.000 del Soplao 2016 son historia. Y mis amigos y yo somos parte de ella.

Yihaaaaaaaaaaaaaa!!!!!! 




https://goo.gl/photos/amAbXTc6Do7KgXu56