viernes, 20 de octubre de 2023

Albaterolo. GE

 
Estamos entrando en otoño muy lentamente pero hoy ha sido el primer día desde.... que la gente ha aparecido con manguitos!, chalecos!, y camisetas interiores, aunque como me dice Rafa sobre nuestro amigo Sergio, éste lleva camisetas interiores hasta en el mes de Agosto -madreeee! supongo que no será de felpa. El asunto es que sí, que hacía un poco de fresco, la temperatura estaba sobre los 14/15º aunque tampoco ha sido frío de tiritar que conste.
 
En nuestro punto de encuentro a las 8:30 se siente una sensación inicial de soledad y desconcierto importante porque llegas allí y los Fonsoto son cuatrocientos mil aproximadamente y ¿nosotros? apenas dos o tres -gluuuubbb -esto qué es? Pero nada, es algo que se pasa en unos cuantos minutos, casi segundos, cuando empiezan a llegar por un lado y por otro y aquello coge ambiente de casino en un momento oiga.
Hoy nos acompaña en el coche de apoyo Rafa Parra, -Sudemur-, socio sólido e histórico pero poco asiduo a las salidas globeras, le ha dado por las matas y el barro y no hay manera de llevarlo al asfalto ni un poco siquiera.
Por el camino vamos recogiendo socios desorientados que los llevamos al redil uno tras otro hasta llegar a Santomera donde recogemos a los ¿últimos? Pues no, todavía falta el Profe y los de Espinardo. Bueno, enseguida los encontraremos, pensábamos pero no fue hasta La Murada que los cazamos. O han salido de noche -¿de noche profe? o andan mucho porque nosotros no hemos tenido averías ni paradas.
Tras subir el Alto Vicente Contreras calentando las paticas nos llega un tractor, el del Tío Pako que nos deja un recado en forma de bomba de barro que casi alcanza a Rafa Rosagro como si fuera el videojuego de Mario Karts, achoooo -qué cosas veredes Sancho. A ritmo vivo y sin desfallecer la velocidad llegamos hasta Abanilla en una carretera que nunca he sabido si es llana, cuesta arriba o cuesta abajo, porque vamos casi a 40 cojones (por hora) y se supone que subimos, -esto qué es?
Al llegar a la redonda y tras un breve tramo de subida llega una bajada potente hasta La Murada donde no te puedes descuidar mucho en las charlas quetequedas. Y ya sin más, giramos al Este para buscar la General y Albatera, allí encontramos al profesor y sus alumnos aventajados. -Ya vamos todos!
Hasta ahora he ido de chupón a cola de grupo pero con el distintivo en el chaleco que dice PRENSA que me sirve de salvaconducto para ello pero ahora en la general me apetece cambiar de posición y situarme en cabeza para marcar un ritmo conservador que nos lleve en buenas condiciones a la larga subida del Albaterolo. Todo bien y ya estamos en Albatera, pueblo donde históricamente desaparecen los globeros aunque en este caso no ha sido así afortunadamente.
Pues ya estamos en subida, ligera de momento pero irá en crescendo hasta romper al grupo y a todos los subgrupos en unidades sueltas o pares a lo sumo, así es el Albaterolo de criminal.
Antes de que empiece la 'carnicería' hago un vídeo para ver cómo llevan las caras los críos. Van bien, muy bien, caras sonrientes, ganas de hablar, hemos subido con cuidaico y eso es bueno. Justo cuando termino de hacer el barrido de delante a atrás me fijo en que ha saltado un grupo de escapados, ha habido un apretón de Paco Manzanera y se ha llevado a su hermano, a Lillo y a Buitrago -serán cabrones! La vida de los 'profesionales' de la fotografía es muy dura y este es el claro ejemplo de ello. -Y ahora qué? Pues nada de especial, me uno al pelotón y veo que llevan un ritmo que lo puedo mejorar, por lo menos de momento, y me pongo a tirar. Pongo un ritmo de caza, pero caza menor, nada de alardes ni esfuerzos locos, yo tiro y si los pillo bien y si no, pues también.
Allí van, a unos metros, pero ya sabemos que los metros son siempre engañosos, cuando la pendiente sube se acercan y cuando cede se alejan pero yo a lo mío, a cómo puedo, y pensando en lo que queda. Tras de mí se forma un buen avispero de compañeros, José el joyero, Rafa, Zape, Felipe, Belmonte, y no sé si alguno más. Yo los siento pero no los miro, el viento pega fuerte y dificulta la marcha pero a mi me da igual, cómo si fuera sólo. Y los de delante pues tampoco se iban, de hecho hubo un desgrane, el del Águila Manzanera que se revolucionó de más en los primeros envites y saltó la tapa del carter.
Poco antes de enlazar lanzo unos cuantos vistazos atrás por si acaso alguno pasa a tirar pero no hay fuerzas ni intención así que, nada, seguimos palante (como los de Alicante). El grupo de cabeza afloja un poco y el acercamiento se produce justo cuando empieza el primer rampón. Yo, que iba a plato hasta ese momento, aprovecho para quitarlo y bajar coronas de manera que al enlazar llevo inercia y ritmo y me marco la chulería del día, adelanto a todos los escapados y me pongo el primerico. Yo sabía perfectamente que aquello era efímero pero al menos por un momento alguien habrá pensado -hostias el Cardona que está fuerte!! Jajajaja, estamos para divertirnos dentro del jadeo generalizado, es lo suyo. 

Y así fue, tras unos metros en cabeza Lillo me pone en mi sitio, -detrás de él-, y mete un ritmo que en esa zona de tanto porcentaje a mí me mata. Tengo que regular que para eso tengo ya una experiencia y no agotarme tontamente, cada uno sabe (o debería) dónde puede tirar y dónde tiene que guardar. Así que se van los cuatro magníficos: Paco, Lillo, Buitrago y SuperPepe. Yo sabía que era cuestión de tiempo que ese grupo reventara como así fue, se fueron los dos zorros por delante, Pepe pegó una explosión y Buitrago cedió. Luego con el transcurso de los metros enganché a José y Pepe se fue para atrás. Lillo y Paco nos sacaban unos metros pero los manteníamos a la vista 'maomeno' hasta llegar arriba en donde los dos zorros se pelearon entre sí y ya no sé cómo acabaría la cosa. Yo hice sociedad con Buitrago que hoy ha dado una nueva lección de fuerza y pundonor como es habitual en él, Bravo! Para homenajearlo le he hecho una foto coronando sobre el horizonte 'que se caga la perra' jajaja
Van llegando enseguida SuperPepe, -la bestia de Bacon Bridge-, Belmonte, el diesel moderno que no se atora nunca, Rafa Rosagro que está algo flojete para el nivel habitual que demuestra pero que tiene clase para dar y regalar, Jose el joyero que la Cannondale cada vez le gusta más, Zape que se le atragantó un poco el final, Muñoz, el toro salvaje, Felipe que le echa más cojones que nadie a esto de dar pedales y ya un poco después compañeros que han preferido subir doucement como Germán, Pedro, Alfonso, Esmeralda y Mari Cruz, Rafa Sudemur (con la furgoneta jajaja) y el Profe que ojo con el tío, está cada día más fuerte el zamarro. Nah, en un momento están ya prácticamente todos.
Como Rafa había llegado con la furgoneta me tiré hacía abajo para marcar el punto previsto del avituallamiento y siguió llegando el resto del grupo al Alto del Albaterolo: Manza, Ginés, Mari Carmen, etc,... 
La subida del Albaterolo es dura, muy dura, eso es indudable, no hay más que ver las caricas de la gente al llegar arriba pero eso no quita para que al cabo de unos minutos las risas aparezcan en el avituallamiento y las bromas y los comentarios conviertan la parada de descanso y restauración en un ratico muy ameno de convivencia y amistad.
Rafa Parra, -tío duro como pocos-, dispone un avituallamiento espartano, de gente acostumbrada a la dureza de la dieta ciclista, tonterías las justas, tenemos agua, tenemos isotónica, tenemos Coca Cola y unos frutos secos para reponer sales. Y ya está cojones, qué queréis, buffet libre todos los días como cuando viene Nifer, pues nooooo, no todos los días son pascua. Y así debe ser.

A la vuelta hay que apretarse los machos y bregar contra el viento, en las largas rectas llegando a Macisvenda sopla y sopla pero se forman unas ruedas de relevos que funcionan bastante bien, no del todo porque algunos más que un relevo lo que hacen es una escapada y lo único que consiguen es descomponer el grupo. A ver si repasamos las clases de relevos y de viento para que luego a final de mes no nos quejemos del importe de la nómina, que los jefes lo miran todo!

Y ya bajando, -lo que son las cosas-, es cuando nuestro médico Gregorio NECESITA un médico,... va muertecico en vida!, se queda en las bajadas con viento a favor, está vacío de fuerzas. Y aquí hago una recriminación al grupo porque a un compañero en dificultades no se le debe dejar en Abanilla a su suerte. Tampoco pasa nada, en lugar de a 40 íbamos a 35 y hemos llegado cinco minutos después y eso, habiéndonos quedado sólo cinco compañeros:  Zape, José joyero, Pedro y Rafa con el coche de apoyo más un servidor. No es por nada pero que sepáis que nosotros tenemos una consulta gratis con el médico y vosotros no jajajaja

Bueno, para mí ha sido una jornada espectacular de equipo, de nivel y de divertimento. ¡Que se repitan!
Las menciones del día se las reparten unos cuantos, Lillo y Paco por su trabajo, Ginés y el Profe por su buen ánimo y talante, Buitrago por su pundonor y Zape, Jose Joyero y Pedro por su compañerismo. También gracias a Rafa Parra por su apoyo.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario