sábado, 21 de mayo de 2016

Los 10.000 del Soplao 2016. Yo estuve allí

Ésta si que ha sido gorda!,.... en mi memoria se ha quedado grabada como la más dura de todas las marchas cicloturistas que he hecho, porque a pesar de tener en mi historial incluso una Marmotte con clima infernal, los 10.000 del Soplao tienen más dureza intrínseca en el recorrido que ninguna otra; los kilómetros de pista de cemento al 15% no se encuentran apenas en subidas de puertos de carretera. Por tanto, y sin género de discusión, Ultramaratón BTT en toda regla, una de las más duras del calendario español. Aun con todo, lo que no será fácil encontrar es una con una participación mayor que ésta: 5000 bikers de montaña en marcha más otros 5000 que iban andando, corriendo, nadando, de día, de noche,... En fin, una locura de ambiente en Cabezón de la Sal.


La previa comienza un año atrás, cuando después de hacer la XIX Marcha Sierras de Moratalla de carretera, elijo El Soplao como siguiente objetivo. La Banda de Arusa va a ir y qué mejor que ir con ellos, estoy convencido de que va a ser una experiencia inolvidable, como así ha sido. 

Lo primero que hago es comprarme una BTT nueva jajaja, de esa manera me lleno de motivación y estímulos. Una KTM de 29" de carbono. Un maquinón, estoy contentísimo con ella porque me ha aportado mejoras reales físicas y también otras que quizás no sean tan palpables mecánicamente pero que indudablemente existen, las psicológicas.


Después de un mes de descanso completo de bici en Agosto, comencé con muchas ganas e ilusión progresivamente a completar etapas cada vez más largas y más duras tanto con la bici de carretera como con la de montaña y también fui afinando un poco la figura pensando en que la prueba a preparar era de subidas muy exigentes donde el efecto de la gravedad se haría notar de lo lindo y el quitarse una garrafica de 5 kilos de encima iba a ir muy bien.

Un elemento clave en la preparación ha sido Juanfran Ibarra, con el que he realizado muchas salidas 'salvajes' tanto de montaña como de carretera, con él he adquirido un gran fondo que ha venido muy bien para este tipo de pruebas de tantas horas. Otro con el que he salido bastante ha sido con Javi García aunque con sus dos percances con rotura de costilla ha llevado una preparación más irregular. Por otra parte, de vez en cuando hemos realizado salidas muy valiosas con la 'Grupeta del Soplao' más algunos amigos que se apuntaban también con los que hemos pasado ratos muy agradables.


...Yo, cada vez que miraba los perfiles de los puertos del Soplao, se me caía el alma a los pies. Aquí hay pocas cosas parecidas, quizás la subida de Carrascoy sea una buena piedra de toque (por eso la Ruta 2 Dragones subiendo Carrascoy y Espuña fue interesante) pero aparte de esto, los puertos o subidas que tenemos, si no son cortos, son tendidos, pero es complicado encontrar duros y largos como son allí.

Bastantes días antes, ya con los preparativos en marcha, lo que no dejaba de hacer era mirar las previsiones del esperado día 21 de Mayo. Un día daban cubierto, otro despejado, otro lluvia, otro mezclado,.... Joer, no había manera de estabilizarlo. Y así fue un poco el día que nos salió, con reparto de todo. El asunto de la ropa que llevar y la alimentación era otro clásico, -Llevo camiseta, de corto con manguitos, con chaqueta, guantes largos?,.... había un sinfín de cosas que decidir.

Del equipo inicial se 'caen' dos compañeros por motivos personales pero uno de ellos, José Miguel, nos cede el vehículo que se había comprometido a aportar, una Mercedes Vito es-pec-ta-cu-lar. Ha sido todo un lujo disponer de ese vehículo pues ha hecho todo mucho más cómodo. Nunca se lo podremos agradecer lo suficiente. Gracias!

Estamos en Cantabria después de un viaje estupendo y menos cansados de lo esperado, tenemos un día por delante que aprovechamos para dar una vuelta por Cabezón de la Sal con las bicis y comprobar que todo funciona bien, hacemos un poco de turismo por Comillas y San Vicente de la Barquera y por último recogemos los dorsales. Cenamos con más nervios cada vez y pronto nos vamos a acostar. A partir de las 12:00 de la noche pasan los atletas de la UltraMaratón por el Puente de Ruente, justo donde tenemos la posada. Cuando esto ocurre, unos se levantan para verlo y otros no, pero simplemente oír y sentir el jaleo del público y familiares al paso de los corredores fue escalofriante. El sonido del cuerno vikingo ese no se me olvidará nunca. Tuuuuuuuuu

El madrugón es de aúpa pues el despertador suena a las 5:00. Desayunamos y a menos de las 7:00 ya estamos en Cabezón de la Sal. El ambiente es increíble, estamos en una calle transversal a la principal y allí estamos con cientos de aspirantes a cumplir el sueño. Los nervios es dificil templarlos...

A las 8:00 empieza a oírse movimiento y ruido de calas, empezamos a movernos. Cuando entramos en la calle principal, te metes en una película. Y tú eres uno de los actores, no de los principales quizás pero si al menos un extra. Hay madres, esposas, maridos, hijos, abuelos, suegras, nietos,... aplaudiendo a rabiar a su familiar, el speaker ánima una barbaridad y el no va más,... repito, el no va más es la música, el Thunderstruck de AC DC a toda mecha. Buffff!! Estoy ahora escribiendo y se me están erizando los pelos del recuerdo, así que imagínate allí. Nada más que por vivir esa sensación ya merece la pena ir. Son sensaciones que se viven en contadas ocasiones enla vida, un escalofrío te recorre todo el cuerpo, los cabellos se te erizan, la emoción te embarga y las palabras se entrecortan, ¿qué haces? ¿reir, llorar?...  - Pedalear, pedalear, eso es lo que tienes que hacer jeje

Allá vamos, haciendo los primeros de muchos kms que hay por delante. Hay mucha bicicleta, pero no hay demasiado estrés, es posible y no es malo avanzar un poco. Los primeros kms y los que serán los últimos son los únicos llanos prácticamente del recorrido. En cuanto llegamos a la primera de las rampas pasada la ermita de Santibañez nos tenemos que parar porque hay tapón. No queda más remedio que hacer una rato caminando, para los que van a hacer tiempos esto es una sangría inicial desde luego. Un poco más adelante ya nos podemos incorporar a la bici y continuar ya sin muchas más paradas, que yo recuerde.

No he estudiado muy a fondo el recorrido (en determinados momentos pensé que así era mejor jeje)  pero sí sabia que el recorrido tiene una primera parte hasta Ruente que es muy rompepiernas, continuos sube y baja no excesivamente largos pero si exigentes que te pueden destrozar el proyecto de llegar a meta así que intento en esta parte ser cauteloso, no obstante, sin hacer propósito de escapada me quedo sin mi grupeta, Ángel, Roman y Javi se quedan a un ritmo más tranquilo y por lo que supe después haciendo reportaje fotográfico completo. Yo prefiero no tener disciplina de viaje, ni por exceso ni por falta. 

El día está cubierto, la temperatura es agradable. Mi vestimenta al final ha sido una camiseta técnica de windstopper que me corte el frío en las bajadas, un maillot corto con posibilidad de abrirlo hasta abajo, unos manguitos y cullote corto con perneras. Iba bien así, era la ropa adecuada al tiempo que estaba haciendo y a las características del terreno.

Ya iba viendo yo que el terreno aquí en Cantabria es complicado pues las rampas son de consideración y las longitudes nada despreciables. Me gustó mucho la Subida del Soplao que se hacía por asfalto (me sale la vena de carretero, está claro) y que serpenteaba mostrando todo el reguero de ciclistas que éramos. Una imagen muy plástica de ciclismo, bellísima estampa.

Tras las sufridas subidas se sucedían las rápidas bajadas en las que por desgracia alguno que otro medía mal distancias o pericias propias y se quedaba en la cuneta esperando asistencias para de esa forma terminar su aventura. No merecía la pena arriesgar, el premio gordo se conseguía por llegar, no por llegar antes. Por lo menos, que yo sepa, no había gratificaciones dinerarias.

Y aquí está La Cocina,... un ambiente cálido de público hacía ver que ese era un sitio especial. Y tanto que lo era, por una rampa de cemento que hacía mucha pupa nos retorcíamos cientos de ciclistas buscando, con la rueda de delante apuntando al cielo, la llegada del alto. Durante el asalto a esta subida infernal la dificultad, además de la pendiente superior al 15% en cientos de metros, consistía en ir evitando a la gente que sufría percances e iba 'cayendo' del convoy. Porque aquello era como una empresa común, es por eso que yo daba ánimos repetidos para que la peña aguantara el tipo concentrándose en su conducción pues un fallo de uno se llevaba por delante a varios y luego subirse allí era complicado. - Vamos, vamos, que ya no queda nada.

Después de La Cocina bajada super super y se inicia la subida al Monte AA  -¿Por qué se llamará así? -Otro que tal baila tú. Puerto duro y correoso en el que ya oyes a mucha gente hablar de que les esperen en Ruente,... que se retiran!!  Es verdad que si no tienes un buen día o no llevas la preparación correcta, es un punto donde tienes que pensarte seriamente en la retirada porque meterse en El Moral pa-ná es tontería. 

Al llegar al Alto de Monte AA hay una concentración de 'parados' en el avituallamiento bestial. Llevo de todo lo que necesito así que sigo monte abajo por un trozo que habrá sido de lo más dificultoso del Soplao 2016 porque había tramos algo complicados. Me pasó a mí, que yendo detrás de una chica de repente pam! se paró por miedo de golpe en un tramo bastante inclinado. -Yeahhhhhh, parada de emergencia y por pelos no la arrollo pero en estas que venía uno por detrás rápido y Ayayayayayyyy, Uff, no me embistió porque se tiró a unas zarzas que había a la izquierda -Uaaaass qué daño!  Le eché un brazo para ayudarle a salir de allí y le expliqué el por qué de mi parada de emergencia. Al final todo quedó en un susto. Menos mal.

Llegamos a Ruente, donde teníamos la posada y voy pensando en si voy a dejar o no ropa, si dejo el foco y las baterías, si me paro a quitarme cosas, runrun, runrun, runrun.... Pues al final nada de nada porque un poco antes había tenido una falsa alarma de avería y me dio que pensar. -Seguro que dejo algo y luego lo echo en falta. El caso es que pasé por allí como una exhalación con un montón de público jaleando nuestro paso. Este año no se pasaba por el puente pero por eso el día anterior lo pasamos las veces que quisimos a un lado y a otro jeje
Empezamos una de las grandes subidas del Soplao en cuanto a kilometraje, mi cuerpo en principio va muy bien. Comienza El Moral, 10 Kms al 7% y 3 Kms al 2%. Después de unos kms muy agradables empiezan unas duras rampas. Vamos ascendiendo con dificultad y con un paisaje que va cambiando para ofrecer unas cada vez más amplias panorámicas donde la vegetación es cada vez más escasa. El escenario es ciertamente sobrecogedor con esas nubes que amenazan tormenta. La subida se hace larga, muy larga y de pronto -Ay!, llega lo que no quería, un principio de calambre me sacude la pierna izquierda,.... ayayay, con lo que queda todavía. Ahora me acordaba de las pastillas esas de Magnesio o no se de qué demonios que me hablaba Antonio en la víspera. Y yo sin pastillas...
Por finnnn llegamos al Alto donde paro a recoger un poco de agua y comerme unos cuantos sandwiches que estaban exquisitos. Las fuerzas ya van siendo menos pero no se puede pensar en nada más que en seguir. Aparte del calambrucho ese voy bien, sin dificultades fuera de lo normal. -Hala, pabajo.  A continuación pista muy rápida y bajada a tope con cierto peligro por las piedras sueltas.
Estamos llegando a Barcena Mayor, donde atravesamos un trozo de carretera ¡¡¡¡llano!!!! en el que hay mucho público.Un poco de envidia si me dan aquellos que tienen a sus familiares allí. Enseguida llegamos al avituallamiento y paro para comer y beber relajadamente. A continuación viene otro de los colosos del día, Cruz de Fuentes. -Mucho coloso hay aquí me parece. 

El principio de la subida es idílico, mucha vegetación, sombras,... caminos exquisitos para una bicicleta de montaña. Además, las pendientes no son fuertes y aquello te emboba como un tonto. Pero esto es un espejismo, el puerto te va castigando poco a poco como si fuera un púgil que te va dando ganchos a un lado y a otro, y algún directo que otro y pim pam, pim pam, te va desgastando hasta dejarte cerca del KO. Cuando llegas al cartel y ves con los ojos entrecerrados lo de 2,5 kms para meta, estás ya grogui.

Bueno, toca otra vez bajada, la pista en su principio es impresionante sobre todo por el cielo oscuro y borrascoso que nos cubre y por aquellas montañas nevadas que hay a lo lejos. -Disfruta lo que puedas. A continuación viene Ozcaba y el cielo que hace tiempo que estaba barruntando tormenta cumple con su amenaza. Llueve, y ahora no poco sino con fuerza. Me paro y me coloco la camiseta interior, pues hace frío y el chaleco externo, pues está lloviendo, todo ello con los manguitos. Las perneras no me las pongo porque si no,... se me hace de noche. Qué lento!!! Se me han ido como 10 minutos.

Finalmente coronamos Ozcaba y nos metemos en una bajada muy pedregosa y bastante larga donde sufren mucho los brazos, por fortuna la lluvia ha remitido y yo voy a 'fullgas' adelantando a gente y sin miedo a que me pase nada, con confianza, oliendo ya la meta a pesar de estar lejos y faltar todavía dos o tres como veremos puntos claves.

El primero viene porque la bajada de Ozcaba es muy larga y te fatiga mucho el cuerpo, por un lado es rápida y por otro tiene piedras con lo que el esqueleto y otras cosas sufren bastante. Cuando llegas a Los Tojos se termina la tierra y llega un tramo rapidísimo de asfalto donde se alcanzan velocidades punta muy altas pero el problema es que estaba mojado el asfalto y hay una zona donde hay curvas muy cerradas y con inclinación. Ahí tuve mi susto del día cuando a punto estuve de ir al suelo tras una derrapada algo incontrolada y me consta que allí cayó más de uno. Era un punto jodido, esa es la verdad, el agua lo había dejado peligroso.

Nah, ya estamos abajo y tras unos kms por la carretera llegamos a Correpoco pueblo, donde hay un gran ambiente pero todo la fiesta se estropea cuando hay que afrontar unos muros cortos pero muy duros por el pueblo, así hasta llegar al entorno mágico de la Senda de Correpoco. 

La cosa empieza bien pero a medida que te adentras un poco se hace el sendero más umbrío y llega el barro canalla que te va rectificando tu trazada a cada momento, manda él en muchas ocasiones y hay que estar presto a la rectificación y concentrado por tanto, cuando la inclinación del terreno pica pa'rriba el corazón se me revoluciona al aplicar más fuerza a los pedales para intentar pasar las zonas con un poco de velocidad y no poner pie a tierra. En algunos puntos hay mucho barro y puede ser un asco pringarse aquí al caminar. Up, up, up, up,.... Ya está!! Pasado Correpoco sin novedad, ya queda solo el ultimo 'coco'.

Un tramito de carretera llana para descansar un poco del estrés del barro y cuando no me lo esperaba, Zas! Giro a la derecha y un montón de peña allí jaleándome en una cuesta de cemento. Ostrasss, el Negreo ya! 

Es un tramo duro de verdad pero ante tanta gente no tienes otra que resoplar y apretar los 'güevos' contra el sillín. Hala, pa'rriba, A tope!!! El caso es que enseguida hay un punto de avituallamiento y tengo claro que voy a parar. Es preparar el cuerpo espiritualmente para recibir al Negreo.

Hay variedad de vituallas, algunas tan poco habituales en este tipo de marchas como lomos a la plancha jajaja, además de fruta, bocadillos y dulces. Me dejo llevar por lo que me pide el cuerpo y éste le echa el ojo a unos cuadraditos de chocolate que hay. Uno, dos, tres, cuatro, mmmmm, qué bien me sentaron! Tras la parada me subo a la bici de nuevo con el propósito firme de 'derribar' al temido Negreo.
Las rampas de cemento son de órdago, me junto con un local que me avisa que son tres los rampones que hay, a cual peor, con desniveles de escándalo y más a estas alturas de la película. Me bato como puedo en las dos primeras rampas pero en la tercera es que me da la risa pues voy más despacio que un tipo que va empujando la bici y las piernas van muy bloqueadas y pienso que me vendrá bien caminar unos metros.
Aprovechando que sufro algún calambre de vez en cuando que me hace parar veo una panorámica completa de por donde va el sendero y hasta donde. A lo lejos pero a la vista está la 'meta', porque una vez arriba ya tienes 'trincao' el Soplao sin remedio. La subida se hace dura por la inclinación, por las piedras que salpican el camino y por lo resbaladizas que están algunas pero poco a poco voy acercando la meta a mí.


Ufff, cuando llego arriba me da un escalofrío pero no de frío sino de emoción. Yihaaaaa!!! Lo he conseguido, he 'tumbao' al Negreo y para certificarlo saco el móvil y tiro unas cuantas fotos de toda la subida. El Soplao está en mi mano y como siempre digo en mis últimas crónicas quién me lo iba a decir después de años sin poder casi andar.
Solo queda una puntillada a un pequeño collado y Abaaaaajo y A Tooooooopeee!!!! Hago pareja con Pelayo, un chaval que no se llamaba así pero que en su maillot ponía ese nombre. Pues con Pelayo hago toda la bajada hasta llegar a Ruente y a partir de Ruente metemos toda la carne en el asador: 40, 45, 50 km/h Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta emoción a raudales, no hay dolor, solo satisfacción que transmitiamos directamente a los pedales. En ese viaje estelar ibamos arrasando ciclistas, grupos y pelotones sin remisión. Me recordaba mucho a la llegada a Sabiñanigo de la QH.

Qué gentío había en Cabezón. Eran algo menos de las 8 de la tarde. Volvía a tener otro ataque de emoción y los pelos se me erizaban de ver todo aquello. Llegando a meta me dio por mover los brazos en molino jaleando a las masa, puffff, llorar, reir, todo en uno pues el objetivo tan largamente perseguido ya estaba hecho y en un escenario inigualable. La huella que deja esto es para siempre.
Tras cruzar la línea de meta, abrazo grande con Pelayo y saludos y felicitaciones con los que por allí llegaban. La emoción estaba grabada en nuestros rostros junto con el barro del camino. Ha sido muy duro pero lo hemos conseguido. Me acuerdo de mi mujer y de mis hijos, de mis padres, de algunos buenos amigos. Unas fotos, unos mensajes para ellos y ya me queda esperar a que lleguen mis compañeros. Tengo muchas ganas de verlos llegar, tengo preparada la cámara para captar el momento.
Pero por desgracia, lo que suponía sería un rato se transformo en una espera muy larga. El hambre y el frío me estaban matando, por lo menos la llegada de algunos participantes ilustres como Lobato, el de la F1, amenizaban un poco la espera. Finalmente, tras casi dos horas de espera, consigo contactar con Román y me dice que están en Ruente. No puedo más y me acerco a la carpa a comer algo y a refugiarme un poco del frío.
Tras reponerme vuelvo a meta y entonces sí me cruzo con mis compañeros Román, Ángel y Javi con los que nos felicitamos por lo ya conseguido. Quedan por llegar Paco y Antonio pero ya es muy tarde y decidimos subir a Ruente y esperarlos allí.
Todo termina felizmente cuando en 'nuestro' restaurante, muy cerquita de 'nuestra' posada nos reunimos todos sentados a la mesa para dar cuenta de un excelente menú y comentar todas las anécdotas del día.


Estamos contentos pues hemos conseguido llegar todos a meta sin ningún problema reseñable, eso es importante, que no hayamos tenido caídas ni averías. Hemos conseguido un logro muy importante que nos hará crecer como ciclistas pero también como personas. El afán de superar desafíos y no ceder ante las dificultades es algo interesante para aplicarlo a la vida cotidiana.

Los 10.000 del Soplao 2016 son historia. Y mis amigos y yo somos parte de ella.

Yihaaaaaaaaaaaaaa!!!!!! 




https://goo.gl/photos/amAbXTc6Do7KgXu56

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