sábado, 11 de marzo de 2023

Cieza. GE.

 


Estoy todavía pagando la cuenta de la Strade Bianche, y ya no de la parte ciclista sino de todo el viaje en general. Estoy seco de fuerzas, en situación de agotamiento extremo. No he salido desde el Domingo pero hoy estaba para pocos tablaos, muertecico en vida.
En la salida del Carrefour a las 8:03 cuatro, cuatro gatos pelaos, pero ya llegaron luego los del café, los de Los Dolores, y algún otro que llega 'macoco' y se montó por fin una grupeta decente, luego en Alcantarilla ya se repletó más con los Manzanera que suman por triplicado, el profesor y otros habituales de Espinardo, no Paco Guillen ni su primo que tienen falta de asistencia. 

Hoy toca ir a la huerta de Cieza, terreno lejano a nuestros dominios y del que tenemos el conocimiento justico de alguna vez que fuimos en el pasado. De coche de asistencia viene el VW TRoc con Frank Gómez a los mandos. (Gracias Frank!)
Hasta Cieza tenemos que hacer la 'tachuela' de Ricote y aquí tenemos el primer fallo, no se subía por Ojós sino por la subida anterior pero los que van en cabeza van enmiurados y no reciben más estímulos que los que llegan por delante. Intento subir a la cabeza para que la segunda oportunidad no se nos pase, -cualquiera sabe-, los zamarros estos son capaces de seguir. Aquí, en este punto, bueno, y antes, me doy cuenta que estoy con motor gripao, bielas picadas y carburador sucio. Una piltrafa.

En la subida a Ricote voy viendo como se escapan los trenes uno tras otro, trenes que yo habitualmente utilizo pero esta vez me toca quedarme en el anden para ver si consigo uno que me lleve tranquilamente a la cima. Voy a ver si engancho éste, uno que lleva de maquinista Pedro Escudero y de revisor a Nifer. Me pongo en modo ahorro (tapao que se dice) porque sopla mucho viento de frente pero llega un momento que me da vergüenza ir de polizón todo el tiempo así que me envalentono y me pongo un rato delante a tirar. Poco pero lo que daba la mata. Por delante veo como el tren de Buytrago se aleja y más lejos el de los Manzanera. Enganchamos a Belmonte que lleva un zarpazo en el lomo, nos alcanza superEsmeralda que con su pedaleo ligero parece que no le cuesta y llegamos al pueblo, con ganas na más que de morirme, -rinnnng, rinnnnng Hostias, el comodín de la llamada jaja. Es Vicente, el de la DGT, que me informa del estado de las carreteras: cortao todo,.... ya, bueno, pide también un solo y un belmonte,... y una magdalena para la pajarraca que llevo pfffff
Me pillan por detrás todos los globeros que subían por aquí y me quedo de bici escoba. Es lo que hay.

Bajamos a Blanca, hacemos el pildorazo de Abarán y llegamos a Cieza. Me pongo en cabeza para indicar el camino que bordea el río. Luego hacemos un poco de zona urbana y nos metemos en la carretera de Calasparra. Estoy atento a la navegación y de pronto me dice Óscar, -dónde nos llevas? dónde tenías a la novia?  Y el cabroncete me remueve el pasado, y me hace retroceder en el pensamiento unos cuantos años.
Volvíamos de Abarán una noche de fiesta y nos quedamos en la casa de campo de un amigo junto al río en Cieza, -precisamente- se llega por la carretera por donde íbamos, era la chica más guapa que había conocido nunca....Gracias Óscar por evocarme esos felices recuerdos de juventud.
Bueno, por la culpa del trastornao voy un poco pez con la navegación.... ¿es que nadie pone nunca la ruta en sus Garmin PM con navegación por satélite GPS y Glonass? Joooder, que me hace caer un peso sobre mí que hoy me venía grande. Me dice Rafa, -es que tienes que ir delante. Como si pudiera, si voy arrastrao. Además, que también estaba pendiente del coche pues en Cieza había una zona prohibida para coches por la que nos metimos y tenía que indicarle a Frank Gómez por dónde íbamos. A todo esto, a Ángel se le cae la bolsa de herramientas y nos quedamos rezagados. Llega el cruce clave, el del camino al Horno y todos se van por el otro lado. Llamo a Paco, llamo a Rafa y no contestan. Me dice Ángel, -llama a Óscar que lleva pinganillo. Y ya le digo que media vuelta, que van equivocados. 



Hacemos un recorte de la etapa pues son ya las 11:00 y parece que se va a hacer muy tarde aunque la vuelta será netamente más rápida. De cualquier forma, a mí me va genial. La vuelta la hacemos por la Nacional a buen ritmo, con dificultades para llegar con el grupo al Puerto de La Losilla. Me asocio con Esmeralda y Felipe que me cuidan y llegamos a Ulea donde nos espera el grupo. Luego vino en Archena la confusión pero se avisó antes a todos los que se pudo de que la vuelta por La Algaida estaba cortada y que habíamos decidir ir por la Nacional de nuevo desde Archena. Allí se fueron algunos compañeros por otro lado y el resto del grupo volvimos por Molina de Segura y el Cabezo Cortao.
Lo mejor estaba al final del todo. En el Cuqui con el doctor Ángel me recuperé bastante bien de la pájara que llevaba todo el día gracias a la dieta marinera, el octopus, unos bivalbos que tienen mucho hierro y electrolitros, que es lo que más necesitaba. ¡Gracias Doctor!

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