sábado, 4 de marzo de 2023

Strade Bianche 2023

#StradeBianche2023 

 


Esta marcha se proyecta justo en el momento en el que a mi hijo le dan la plaza Erasmus en Siena, de esto hace un año justamente, enseguida la 'encajé'. 😄
No es una empresa sencilla pues Siena no tiene aeropuerto y los más cercanos son Pisa y Bologna y no están cerca ni tienen todos los horarios que te gustaría. Además el transporte de mi bicicleta se complica porque a la empresa no le salen las cuentas y finalmente me lo cancela por lo que hay que barajar la opción del alquiler, que en principio no me gusta pero que una vez probado, como se dice ahora -oye,ni tan mal La bicicleta estaba flamante, una Willier de color rojo fusión muy bonita y que se me adapta como anillo al dedo, superbien, lo único que los frenos tienen un tacto muy duro y no son demasiado efectivos... ¿será que las pastillas son nuevas y se tienen que adaptar? Mmmmh, supongo, eso pensaba en ese momento.

La preparación no sabía muy bien cómo hacerla, al final fue entrenamiento sin más para estar físicamente bien y luego rogar a la diosa fortuna que nos obsequie con un bonito día para que no tengamos que apelar a la épica extrema para terminar este monumento. El 'coste' varía considerablemente de hacerlo en condiciones secas a mojadas. De momento el miedo en el cuerpo se me metió cuando en las tres semanas previas al evento el tiempo siempre era igual...¡¡lluvioso!! -Mamma mia, la que me espera, per la Madonna
Esta carrera, la Strade Bianche, como saben muchos, nace de una de las más famosas cicloturistas, la Eroica, que se corre por la Toscana con material e indumentaria de otra época y que se apoya en los recorridos de antaño cuando las carreteras eran todas 'bianche' y la dureza del terreno mostraba las diferencias de nivel entre ciclistas claramente. Aquí está Gino para hacernos una demostración.
La fama de una carrera no se regala, se gana, y se tiene por méritos propios, la que tiene la SB se sustenta en pilares muy firmes como tradición, pasión, cultura, paisaje y dureza entre otros. De esta manera se ha asentado tan pronto y tan rápido entre las mejores carreras del mundo señalándose por muchos como el Sexto Monumento, a la misma altura de LiejaBastogneLieja, MilanSanRemo, ParisRoubaix, TourdeFlandes y GirodeLombardía. La ciudad de Siena es un escenario único que realza especialmente el evento con la meta de llegada en una de las plazas más bonitas del mundo, la Piazza del Campo. 
El Sábado por la mañana, salgo temprano, a las 7:00, porque no quiero que me cojan las chicas profesionales que salen a las 9:30. Quiero probar bien la bicicleta haciendo el recorrido de la Medio Fondo. Al principio me hago un poco de lío pero consigo enganchar el track y me da tiempo a darme cuenta de lo rápida que puede ser la salida, y de que el sterrato al principio es fácil en cuanto a desnivel y que cuando llegan las cuestas, al menos el firme está compacto y deja agarrar bastante bien. Bueno, me gusta así, estos caminos con barro deben ser como los de ciclocross que se ven en la tele y yo... yo no soy belga.
Sábado a primera hora el frío es importante, los prados están con escarcha y en algunas curvas me da un poco de miedo que esté helada la carretera porque está blancuzca pero a medida que pasan las horas la temperatura mejora y se queda un día bonito. El final del recorrido me ofrece el conocimiento de dos sectores históricos, Colle Pinzuto y Le Tolfe, duros y correosos como la madre que los parió, puntos donde se decide en muchas ocasiones la carrera de los profesionales.
Después de terminar la jornada me quedo pensando en la dimensión en la que quedan estos, los profesionales, las subidas son tremendas y los tiempos en los que las hacen son brutales, y no suben una y ya está sino que una tras otra van subiendo estos muros como si no fuera la gravedad con ellos, es algo increíble.
Llega el Domingo 5 de Marzo de 2023, el momento cumbre. Me dirijo a la salida cruzando por la Piazza del Campo que ahora está en paz. Recorro las calles empedradas de la ciudad y llego a la Fortaleza, punto de salida. Allí ya hay unos 'cuantos miles' de ciclistas. Me voy a mi apartadero pues la salida se hace escalonada por grupos y yo tengo el dorsal 4017 de un total de 6500. El speaker que me había entrevistado el Viernes al recoger la bolsa del corredor y al que le había contado que era de Murcia, de la ciudad de Alejandro Valverde -Bravissimo Alessandro Valverde, bravissimo  anuncia que contamos con la presencia de algunos ilustres corredores como Cancellara, Betini y Cipollini, ahí es nada.

Hace un poco de frío pero siento el calor de mis compañeros de club Globeros de Élite desde la distancia cuando les envío la foto desde la parrilla de salida y me devuelven mensajes de fuerza y ánimo. -Vamossss zamarroooos, va por vosotros!!
Tras un rato esperando que se hagan las ocho salimos en ruta -Yihaaaaa la salida en bajada, mucha gente de corto (yo no, pero se podía), un frío importante por la umbría y la velocidad a la que vamos es escandalosa, de vértigo
- 'Signore signori questa è l'italia' -
Los spaguettis estos van que se las pelan de rápido, los grupos se suceden y tienes la tentación de engancharte a ellos pero... si ya voy a más de 40! Estos tíos van a cerca de 60 creo yo, quita quita, intento coger grupos de mi nivel y ojo, que ya estoy tirando más watios de los que tengo para este trozo del recorrido. Los participantes son mayoritariamente italianos y luego hay una comunidad importante de belgas también, el resto de nacionalidades ya son más minoritarias: alemanes, franceses, holandeses, suizos o españoles creo yo que les suceden. He visto americanos, brasileños, turcos,.... el llevar la banderita en el dorsal ayuda a saber de dónde son jeje 
En cuanto al material estimo que sobre un 80% íbamos sobre bicicletas convencionales y un 20% con bicicletas específicas de gravel. Las cubiertas se veían casi la mayoría de 28" y 30" en carretera y de más anchura en las gravel. En algunos sectores, desde luego que se iba mejor con una de gravel pero tal como estuvo el recorrido lo ideal era una bici normal.
Subiendo Costadelpino a plato, -faltaría más-, pasamos a Gino, el ciclista de la Eroica, vaya 'cacharro' que lleva el tío y qué jersey, éste si es de lana merino merino. Con la excusa de la foto tomo un poco de aliento y sigo carrera, pues es lo que es esto, una corsa!. Aquí en Italia están todos 'locos' por la forma que tienen de pilotar tanto coches como bicicletas pero hay que reconocer que son muy hábiles. Apenas vi caídas.

Cuando llega el primer tramo de sterrato no me pilla de sorpresa, lo conozco de ayer. Es un sector de rodar muy rápido, prácticamente como si fuera asfalto, el piso es duro, no hay gravilla, no hay agujeros y la inclinación es nula. Así que a rodar toca.
Al llegar a San Rocco hay un giro brusco y la carretera se dirige al Sur, en poco tiempo se inicia el segundo sector de tierra, el de Bagnaia (como el campeón de MotoGP), también lo conozco de ayer, aquí tomamos primer contacto con bajadas con algo de gravilla -cuidao,cuidao y un poco más adelante con las subidas. Tenemos que subir a la primera colina del día, la inclinación mmmhhh, severa en algunos puntos, la gente se amontona y es difícil en algunos momentos mantenerse, de hecho uno que de pronto se queda clavado y que cae como árbol talado está a punto de tirarme pero aunque falla conmigo no con el que me sucede al que tumba como si fuera un bolo ¡strike!. Uff, me libré. Bagnaia es larguico pero las fuerzas todavía están bastante enteras por lo que se hace sin más problemas.
Llega el avituallamiento en un bosque cerrado y aquello parece un hormiguero, todos 'guyendo' de un lado a otro. -¿Qué había allí de comer? -Pues plátano, naranja, barritas como de higo, unos bollos dulces con jamón y queso, dulces de mermelada y ya agua, coca cola y bebida isotónica. No cargo más que bebida pues sólo llevo un bidón, de comida voy bien, llevo alguna barrita mía, que me gustan más y un par de geles para utilizarlos en su momento.

La trampa del avituallamiento es que como te entretengas mucho no llegas a las 10:00 al cruce donde se separan la MF y la GF, así que salgo de allí en compañía de unos vascos (que andaban bastante bien por cierto) y atravesamos un tramo de asfalto en ligero descenso, tramo delicioso, "Tuscany moments" podríamos decir. Llegamos al famoso cruce con unos 10/15 minutos de antelación, no mucho pero suficiente. -Hostias, y eso que hemos ido a fuego los primeros kms.

Toca conocer nuevas carreteras y caminos, Sábado me fui por la izquierda y hoy Domingo toca por la derecha. Se inicia de inmediato un tramo de tierra, Radi, 4.4 kms de perfil ondulado, sin mucho gradiente pero de desgaste lento de fuerzas, hay que darle torque a los pedales para que no se te pare la machina. Tras este tramo enseguida ooootro de sterrato, -yeeeeh, esto qué es? , que este tipo no lo conocía yo de ayer, ¡gravilla suelta! Voy más tenso que la corbata de un novio. Han puesto 'estre' tramo (ves como estoy nervioso) en la otra punta del recorrido para que no lo veamos. Un poco más de pimienta al día. Después de verme adelantado por cuarenta (mil) italianos y otros cuarenta (mil) belgas me doy cuenta que... tengo que reelaajaarme hombre y que fluya la bici por la gravilla, no pasa nah porque se te menee, hay que dejarla suelta, darle flow. No te creas que al final (final) se disfruta y todo. 

Llegamos a Pont d'Arbia y lo cruzamos, al otro lado del río nos espera el sterrato más largo de todos, Serravalle, de 9,3 kms que se encadena con otro de 9,5 kms resultando ser una zona muy cansina al final y de gran desgaste. Serravalle nos recibe con unas bonitas superrampas en las que asoma el 16% o incluso más y que gracias al guiado de los cipreses alineados a los lados del camino te conducen al cimitero,... ya os podéis imaginar cómo se llega allí, ¡muerto! Gracias a que ahora se rebaja el desnivel y sobre todo que gira uno la cabeza a la derecha y ve esas panorámicas tan relajantes, de película, es... como si estuvieras en la Toscana italiana! jajaja, mientras, el camino se sombrea con bonitos cipreses y algún pino atravesando casonas castillo de éstas que hay por aquí tan bonitas. ¡Espectáculo puro, de verdad! Pero no te puedes relajar porque ahí viene otro muro de esos de tener que apretar las patas los dientes y los coj... y pelearse con el sterrato de nuevo. Bueeeeno, llegamos arriba de la colina, lo que se divisa es una estampa inmensa, una bella y amplia panorámica del valle, parece que hasta Siena se intuye allí a lo lejos con esa torre tan alta que la identifica fácilmente. Ojooo piojoo, que ahora viene un trozo de bajadas muy pronunciadas y hay que echar freno de mano y activar el AiBaeSe.
 

Una vez superada esta bajada con mucha precaución nos queda una zona de 7 kms de terreno llano pero con el piso rizado, rizado como el que hay en las zonas de frenada en algunas pistas de tierra, total que si no das fuerte a los pedales la bici se-te-pa-ra, por lo tanto, el desgaste aquí es brutal, pienso en París Roubaix que debe pasar también todavía con más razón, que debe ser desesperante ver como no anda la bici en llano si no le das patadas criminales llenas de watios a los pedales. Me acuerdo en ese momento de lo que me contaba Domingo Lajarín, de la Roubaix y de que no había hecho nada más duro que eso. En este sector  también había muchos baches profundos que era importante esquivar si no querías reventar la cámara contra alguno como les pasó a muchos, zona de averías y de suelta de bidones jajaja. Terminamos vadeando un arroyo chof chof jajaja y cogiendo un poquito de barro en la bici y en la ropa que siempre viene bien para presumir al llegar a Siena.
 
Attenzione, sector San Martino in Grania, km 70 y cinco estrellas, aquí es donde empiezan a verse las vergüenzas, pues la parte psicológica sufre bastante de ver como acabas con un muraco y te llega otro y otro y... uff, Los porcentajes son de escándalo en algunos puntos y gracias a que el piso estaba en buenas condiciones porque si no, la dificultad tiene que crecer un disparate. De muro en muro llegamos a San Martino y finalizamos el sector con otras rampas guapas guapas bicharraco (recordando a Zugasti jeje) . Bueno, ya quedó atrás, ya queda menos....  Por cierto, otro año que venga me dedicaré a recoger todos los bidones caídos,... cientos! 
 
A partir del cruce de separación entre los dos itinerarios, -hace ya bastante tiempo-, noté que el ansía viva de la gente se perdió bastante, quizás porque en el avituallamiento los que iban a hacer tiempo ni pararon, -¿pa qué? y se fueron hacía adelante o quizás porque se fueron los del MF por otro camino y se pueden permitir hacer la ruta con más gas. Por una razón u otra el caso es que aquello se tranquilizó bastante y el ritmo mío ya iba acompasado con el resto, es más, a partir del km 100 notaba que pocos ya se me escapaban y yo iba echando a la capaza bastantes muertos, esto anima porque te notas 'superior',... aunque seas el jefe de los caracoles anima jeje.

De mordiscos de perro no hablamos ni pensamos pero ahora... escribiendo en la distancia pues muy bien, ni el más mínimo amago de calambre, quizás también porque las subidas con tanto mogollón y sobre tierra quieras que no, no las haces con la misma intensidad que si fueran de asfalto y porque a pesar de ser muy duras no estás demasiado tiempo subiendo.
 
En dirección a Arbia vamos enlomados por una cadena montañosa con carretera de buen piso ¡asfaltada! (gracias) y con alguna bajada buena para refrigerar motor. El tiempo se ha tornado cálido en estas horas del día, las estampas siguen siendo de película. Cambiamos de dirección Este a Oeste tomando la Vía Aretina ¡qué verde era mi valle! y cruzamos una vía de tren y la autostrade de Arezzo. Llegando a Castelnuovo Berardenga hay un preciosa imagen de una casa noble en lo alto de la colina que inmortalizo para siempre con una photo. Yasss!

Esto está hecho, ahora viene un tramo de asfaltito bonito, la media de velocidad la tengo casi en 26 km/h, no sé si podré mantenerla porque quedan tramos todavía complicados en los que bajará mucho la velocidad pero mientras tanto ahora vamos rodando a 40 km/h entre bosques con una temperatura buena aunque está cubriéndose el cielo con nubes amenazantes de lluvia. Cuando abandonamos los bosques aparecen los viñedos, zonas de cultivo bien cuidadas y atendidas, todo estaba bien en ese momento, hacía cálculos de mi hora de llegada que había dicho a mi familia que llegaría sobre las 14:00 e iba con algo de adelanto pero cuando menos te lo esperas... zass, salta el gazapo.
Justo tras cruzar Monteaperti hay un cruce a 90º en el que se debe tomar dirección a Siena, el cruce está en una bajada pronunciada y allí estaban los voluntarios indicándonos el desvío cuando noto que freno y la bici apenas baja la velocidad, aprieto más y es lo mismo, -hooostias, que no frena.... pánico! No puedo detener la bicicleta, es imposible, así que intento indicárselo a la chica chillando, paso a toda velocidad junto a ella haciendo una pasada de frenada de las que hacen época y gracias a que la carretera estaba totalmente despejada hacía el frente y con prioridad no pasó la cosa a mayores pero por otra parte... -Madre, qué miedo!!! Y ahora qué?
Doy la vuelta a bastantes metros del cruce y me encamino correctamente por la ruta, voy probando los frenos y veo que permiten rebajar la velocidad pero de manera muy poco enérgica, -mala cosa-, no quedan ni 20 kms para llegar, al menos la tendencia es hacía arriba. La asistencia mecánica no creo que pueda encontrarla ya a estas alturas, intento trastear las pinzas, aflojarlas, apretarlas, con el propósito de que me permita tener un margen de seguridad. -Voy a probar... tengo mucho cuidado en que la bici no coja velocidad y en las bajadas voy continuamente con las manetas apretadas a tope pero ahora viene el segundo de los sustos, de pronto se abre un cambio de rasante y una bajada pronunciada con un cruce inmediatamente a una carretera por la que circula tráfico y hay que girar a la izquierda. Y no tenemos prioridad. Hay un carabinieri en medio de la strada y veo que me da el alto. -¿alto? pero... ¿es que me frena algo la bici? -¿qué hago? Ahhhh, pánico de nuevo pero ahora con mucho más peligro porque no puedo cruzar la carretera con tráfico. Mi única opción y es la que hice, además de chillar claro, ¡¡-no freni, no brakes!! es tirarme por el borde de mi izquierda en contradirección, superar por su derecha a un coche que estaba circulando (que se quedaría alucinando) y saltar posteriormente al otro lado de la carretera aprovechando que ésta iba hacía arriba, que podía controlar la bicicleta y que ya podía mirar si venían coches. Pufffff, este susto también fue importante, al borde del infarto. Quedaba otro susto más. Más que Eroica,... Milagrosa estaba siendo mi ¿llegada? a Siena. Estaba por ver si llegaría.

-Entonces... el tercer susto qué? Pues fue en el que me vi en una habitación de hospital con varias fracturas, esa es la verdad. A pesar de ir con mucha precaución por un lado, por otra parte quería llegar a toda costa a Siena, al fin y al cabo estaba tan cerca... aunque hubiera sido caminando. En las subidas iba todo perfecto, incluso iba muy entero de fuerzas pero el problema eran las bajadas, las suaves o que tenían enseguida una subida las gestionaba bien perooo... en una de ellas que parecía 'inofensiva', empezó a inclinarse más y más... y más y de nuevo había que tomar un cruce a la derecha de unos 110º. Los voluntarios como en el caso anterior estaban allí marcando la dirección y mi Willier cada vez iba más rápida y no había manera de pararla. Otra vez había que tomar una decisión y rápida, tres opciones: la primera a la derecha descartada por existir mucho ángulo, por ahí no entraba ni de coña, la segunda recto, la carretera se inclinaba en descenso ¡mucho más! Iba a alcanzar una velocidad tremenda sin control ninguno y no sabiendo lo que había, ¡hostia segura y gorda! y la tercera opción, coger una calle estrecha a la izquierda que tenía como 70º. Ufff, mucho riesgo pero en una décima de segundo me decido por esta última y entro a toda hostia en la curva, veo al frente un muro de piedra y preparo el cuerpo para el impacto, aun así intento meter la bici en la curva, por intentarlo..., voy a 38 km/h según he visto por Strava. La bici se resiste a entrar pero meto 'volantazo' y los neumáticos se portan bien.... ,es como si estuviera en una película de acción pero no, esto es real, el instinto de supervivencia me dotó en ese momento de una gran habilidad para gestionar esa curva, es la única explicación. 
Punto 3. Hay que decidir hacía donde ir sin frenos! 😏
-.Esta si que es la definitiva, esto ya no me va a pasar más, la lección está bien aprendida..-
Bueno, pues antes de este último susto tocó subir Colle Pinzuto que sabía que era muy duro al principio pero se pasaba pronto y después ya más asequible el resto. Como he contado entre Pinzuto y Le Tolfe, el último gran obstáculo para llegar a Siena sobrevino el sustaco de los frenos. De tal manera que pensé muy seriamente en irme directamente a la ciudad sin hacer Tolfe sobre todo porque este sector tiene al principio una fuerte bajada de unos 500 metros y ahí estuve dudando, incluso por un momento encaminé la bicicleta hacía Siena pero a última hora me decidí a hacer la bajada caminando. Y contento de la decisión, tras el descenso a pata, una subida muy dura con porcentajes cercanos al 20%, catalogada como cuatro estrellas y no cinco porque no es demasiado largo. A partir de superar esta última cota llegué a las inmediaciones de San Miniato, conocido porque aquí es donde estudia mi hijo. De pronto una redonda y una cuesta abajo 'criminal' con un voluntario allí señalando el camino a seguir yeeeeiieeeee me pego una vuelta a la redonda que te rulas, el tío diciendo -eh que es por aquí -si si, ya... Bici al suelo y a pata la bajada, más de un km caminando pero era la única forma, luego subida a Siena de nuevo ¡estupenda! y.... y ahora qué? La ruta oficial tiene como dos o tres kms más pero me la conozco y hay otra bajada muy larga y me están esperando mi mujer y mi hijo que me están diciendo -qué pasa?, por qué no llegas? Así que hago un pequeño atajo, que tengo que hacer caminando por cierto y me emboco de nuevo en el circuito en la ciudad para llegar poco a poco a meta. Cerca de la Piazza del Campo está el fotógrafo y me pilla así, caminando y le digo -no, espera, que me monto. Me monto y me hace la foto, luego con mucho cuidado hago los últimos metros sabiendo, -sabiendo-, que la meta está en una comba en la que hay una bajada seguida de una subida que si no, tengo que entrar andando en meta. Y ahora añado a este hilo,... y aunque fuera arrastrándome,... pero yo, llego.

Felicidad por haber podido terminar una grande tan grande como esta y aliviado de haber escapado de un accidente grave debido a las circunstancias mecánicas. 

Me dan una bonita medalla que dice Ride into the Legend y sí, a mí me parece que es una experiencia única y un paseo hacía la leyenda. La Toscana es una maravilla.
 
 
 

Strade Bianche es singular por historia, por paisajes, por terreno, por dificultad, por cultura, por pasión. No me importaría repetir cada año esta experiencia (la buena, no la mala jeje), es algo que se debe, vivir al menos una vez para saber de lo que hablamos.
 

Arrivederci amici

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