Memorias 14M. Segunda Entrega...
¡Qué bueno! -¿Esta es Carmen García?!
Increíble, increíble, la última persona que esperaba allí. Nunca coincidí con ella en clase, era de inglés. Y además de letras. Pensaba que era de un curso superior, nunca imaginé que la misteriosa Carmen García, esa persona apuntada en la lista se correspondiera con la chica que tenía enfrente.... Y resulta ahora que es profesora en la Facultad de Derecho. De Civil creo que me dijo. -En mi vida !! Carmen era una chica con la que yo cruzaba miradas. Sí, si, miradas, pero yo nunca pensé en nada más con ella porque la tenía por mayor y eso, en aquellas fechas, era difícil de llevar, el salir con una chica mayor me refiero. No sabía ni siquiera que se llamaba Carmen. Ella se movía en ambientes en los que yo también lo hacía, me refiero a buenas juergas por las tascas y eso, pero nunca, creo, llegamos a tener una relación verbal aunque como digo, sí muchas veces visual. Y esa imagen grabada en la retina de las miradas que nos hacíamos las volví a recordar de nuevo esta noche maravillosa. Qué bonito ¿no?
Con Carmen coincidí en una conversación en la que estaba también Dámaso, mi profesor de filosofía en COU. Dámaso sigue siendo un excelente conversador, tranquilo y templado en su discurso. Me gustó mucho lo bien que habló de Amalia de la Peña, me contó que le tenía una gran admiración. Yo le dije que Amalia había sido una persona que nos había despertado muchas cosas de nuestro interior y que nos había enseñado a pensar, debatir y discutir como adultos siendo casi niños. Damaso supo continuar esa tarea de despertarnos nuestra conciencia dormida en COU y fue una de mis asignaturas favoritas ese año. Fue muy interesante también hablar con ellos dos de la importancia de un buen profesor en un determinado momento y de cómo puede marcarte un camino o descartarte otro, en caso de ser malo. Dámaso sigue siendo el hombre tranquilo que nada parece alterarle. Un remanso de vida y de paz.
Yo a tí NO te conozco.
Eso es lo que le dije a Loles Cano cuando la vi. -Yo no se quién eres. Me dejó impresionado, de verdad. En su momento era una niña muy mona, con el pelo lacio, largo, castaño, con una bonita sonrisa pero muy discreta en sus formas. -Y ahora...? -Qué 'bellezón', que guapa estaba Loles, madre mía ! Lo cierto es que me hubiera gustado hablar más con ella y saber dónde había pasado todo ese tiempo para 'volver' tan bella. Lo que si me enteré es que tiene una relación desde el instituto con María Díaz porque salían con sus parejas y tal y quizás, gracias a eso, vino a la fiesta pues era una chica, como digo, muy discreta. Sorpresa de la noche, sin duda. Más de un cuello crujió a su paso.
Qué ángel tiene Yolanda. No ha cambiado mucho, sigue con el mismo aspecto de siempre. Es una mujer tranquila, da reposo y calma a todo aquello que rodea, da mucho gusto estar junto a ella. Da la impresión de tenerlo todo bajo control. Bueno, de hecho, la lista de asistentes a la concentración la tuvo siempre así, bajo control. No se le escapó nada de nada. Es un encanto.
Sigo conversando con gente. Ahí va, resulta que Pedro Luis no es cardiólogo sino que es traumatólogo. -Ah, pues perdona tío, pero hace mucho tiempo que voy diciendo que eres cardiólogo. Lo siento. El tío está en forma yo diría que como ninguno de nosotros, se le ve fibroso, atlético y fuerte, me sorprende un poco pues yo no lo recuerdo que fuera así en el instituto. ¿Se habrá autooperado? abdominales más tensos, relleno de biceps, unos pectorales más marcados,... Pedro estuvo gran parte de la noche en la grupeta junto con Jesús Pinilla y Antonio Palazón, igualico igualico que en los tiempos mozos. Pinilla aprovechando muy bien la noche, divirtiéndose como correspondía, se acordaría del viaje a Mallorca cuando le tiraba los tejos a toda la que se le cruzaba por delante -¿Quiéres ser mi novia? Le decía a toda la que le gustaba, jajaja,... y en cuanto a Palazón, fue otro de los pocos 'casados' de la fiesta pues Irene, su mujer se encontraba allí. A ninguno de los tres lo he visto apenas en todos estos años. Antonio ha cogido un aire de respetabilidad que parece un violonchelista de Viena pero cuando hablas con él, te das cuenta que no, que es el mismo Antoine de siempre.
-A mi no me dejes tirado, que yo no conozco a nadie.
A nadie, a nadie, papapa, paparruchas... eso es lo que tú te creías José María. No hice de cicerone para ti en toda la noche, ni falta que te hacía. Por supuesto. Te hiciste una pandilla ahí buena buena. Te vi golfeando con Izquierdo, maquinando con Cayetano, riéndote con Fuensanta, conociendo al Jaudenes, de mochilero con Toñi Gil,... en fin, que no paraste, que te estuve vigilando, jajaja,... Es gracioso, no estuviste mucho tiempo en el instituto y no conocías a muchos pero a ti te conocían todos y es por que eres el hermano de Julia.
- Cómo me ha gustado siempre esa chica !
¿Qué le voy a hacer? Me he encontrado siempre tan bien siempre con ella: cobijado, cuidado, mimado, bienmirado,... protegido. Con esa sonrisa permante que te envuelve, esos ojos que chispean y esa voz que te hechiza, fue un volver a Mallorca de nuevo. Estaba tan guapa en la fiesta. Me encantó encontrarme con ella de nuevo. No falles en la próxima, te espero.
- Hombre, Jaudenes, qué gusto saludarte !!
Era la primera vez que lo veía. Con Jaudenes partía de un absoluto cero, ni fui con él a clase, ni me acordaba de verlo por allí, ni había oído su apellido nunca. Nada de nada. Pero escucha, me causo una muy buena sensación. Si tuviera que hacer una lista nueva de invitados no me olvidaría de él. Tengo ganas de continuar la conversación que empezamos sobre Menorca. Y nunca olvidaré, por supuesto, su aparición estelar en Tiburón, esto,.... digo en el Calderón jeje...
Cuando se empezó a hablar del discurso, pensé que era fundamental, imprescindible decir o hacer algo. Teníamos que fundirnos durante unos momentos en un solo elemento, en un grupo. Lo que se dijera no era lo más importante, lo realmente importante era realizar el acto, sentirnos allí, todos juntos en uno. Las bonitas y sentimentales palabras de Sofía ayudaron a crear un ambiente más calido y cercano. Durante el tiempo que estuvo hablando Sofía, es como si detuviera el tiempo y la emoción creo que llegó de una manera u otra a todos nosotros. Se generó como una ventana donde reflexionar sobre quiénes fuimos y quiénes somos e hicimos una extensión temporal de treinta y cinco años en unos pocos minutos. Mi aportación fue poca, escribí algo pero lugo no lo leí, hablé más bien poco, pero de lo que más orgulloso estoy fue de darle garantía a la realización del discurso. Lo tenía claro.
- Pero bueno, y lo que es la cena en sí qué?
Pues no sabría muy bien que decir, yo creo floja, al menos yo no me enteré, recuerdo la tortilla de patatas, recuerdo algunos fritos de croquetas, caballitos, también unas minihamburguesas y unas rebanadas con verduras que picaban. Poca cosa más, pero bueno, a mí no me molestó porque esa noche me alimentaba de las conversaciones y las risas. No prestaba mucha atención a la comida.
- Y el local, qué tal?
El Talula, en el llamado Jardin de los Perros, entre Alfonso X y Centrofama. Dará risa (o no) pero yo me acuerdo cuando lo hicieron y también me acuerdo a lo que yo iba allí recién hecho. Ahora está cambiado a mejor.
A mí me gustó el ambiente que se creó en el local, muy relajado, el tamaño era adecuado a los que éramos, había unas cuantas sillas, suficientes creo para todo el que hubiera querido sentarse. Ninguna queja al local. Yo estuve muy bien. La barra donde se pedían las copas también daba su juego, era como un ambiente B, donde quizás era más fácil hablar y conversar, también estaba el ambiente C, la zona de fumadores, donde se hacen unos corrillos majos que ahora que no fumo los echo a veces de menos. El tabaco une desde ese punto de vista.
- ¿Gatitas o Leonas?
+1'd by: Irene Manresa
¡menos mal que no sabía si ir!
Se hizo el rey de la noche.
Genial la crónica!
Es cierto que Loles impresionante, yo no la reconocí al principio, pero Toñi ya me había avisado.